Borussia Dortmund cumplió su objetivo y peleará el próximo 1 de junio en Wembley por el título de la UEFA Champions League. El conjunto alemán logró avanzar a la final del torneo tras superar por 1-0 al París Saint-Germain en la vuelta de las semifinales, resultado que dejó el marcador global en 2-0.
Mats Hummels, que firmó un gol de cabeza tras un tiro de esquina la minuto 50, fue el gran héroe del equipo de la Bundesliga que jugará su tercera final de la máxima competición europea, la cual ganó en 1997 tras derrotar a la Juventus de Turín y perdió en 2013 contra el Bayern Munich.
El PSG, por su parte, con un Kylian Mbappé que volvió a no ser decisivo, despierta del sueño del triplete y deberá seguir intentando la conquista de la tan ansiada Champions la próxima temporada. Presumiblemente fue el último partido en Champions del delantero internacional francés con su actual equipo.
Con Bradley Barcola fuera del once y un punta neto como el portugués Gonçalo Ramos, que desplazó al costado izquierdo a Kylian Mbappé, el PSG mandaba en la posesión, pero las mejores ocasiones eran alemanas, como una media volea del defensor noruego Julian Ryerson que se estrelló en el lateral exterior de la red (minuto 19), o una contra protagonizada por Karim Adeyemi, cuyo disparo con todo a favor se encontró con una mano providencial del arquero italiano Gianluigi Donnaruma (minuto 35).
Los disparos lejanos de Vitinha (minutos 27 y 42) y de Fabián Ruiz (45) se perdían fuera, eran desviados por la zaga alemana o no planteaban problemas a un seguro Gregor Kobel bajo palos. Mientras, Mbappé, generoso quizá hasta el exceso, se mostraba más peligroso en el pase que en el remate. De sus botas salió la jugada que concluyó con un disparo potente pero desviado de Dembelé pasada la media hora.
Tras el gol de Hummels, el PSG, desatado ya hacia el arco contrario y que tuvo la mala fortuna de estrellar cuatro balones en el palo, multiplicó las ocasiones con un remate al larguero de Mbappé desde el corazón del área (minuto 86), pero el muro amarillo alemán resultó demasiado espeso para un PSG al que no le acompañó la suerte y que volvió a estrellarse en el muro de la Champions, una competición que aún no han conquistado y que abre los brazos a un Dortmund que apenas marcha en quinto puesto en la Bundesliga.