La muerte de más de 300 tortugas marinas, registradas el miércoles pasado en costas del estado de Oaxaca, evidencia una de las fuentes principales de mortandad de las especies marinas: las redes de pesca abandonadas. Esta problemática no solo aqueja a los mares mexicanos sino a los de todo el mundo, señaló Pedro Zapata, vicepresidente de Oceana en México.

Este incidente, que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en coordinación con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), determinó que fue provocado por redes de pesca ribereña, puede ser un accidente ya que usualmente las redes se pierden o son llevadas por el mar al ser ancladas en la noche por los pescadores.

No obstante, “es un acto aberrante; la autoridad tiene que proceder, porque aun cuando no sea un acto deliberado, es negligente y eso también se castiga, porque si tienes la responsabilidad sobre los recursos púbicos que están en el mar tienes que ser fiel y responder cuando fallas, y en el menor de los casos la autoridad tiene que asegurarse que esto no vuelva a pasar”, señaló el representante de dicha organización internacional de conservación y defensa del océano.

La muerte de estos ejemplares representa un retroceso para los avances en materia de protección de esta especie.