Talabartería: arte,oficio y entrega

Desde muy joven, Daniel Pérez Ramirez comenzó a trabajar, sin embargo, hace 25 años un viaje que hizo a Guanajuato fue el punto de partida para el comienzo de un oficio al que se entregaría por completo: la talabartería y el diseño en el calzado. Tras su regreso a Tuxtla decidió poner su negocio –de lo pocos que hay– un pequeño espacio ubicado en quinta sur, entre cuarta y quinta oriente, que en la actualidad trascendió a ser familiar dedicado a la fabricación y renovadora de calzado, así como a la elaboración de otros artículos como botas vaqueras, cinturones, zapatos mocasines y hasta fundas de celulares. Durante este cuarto de siglo se ha dedicado a trabajar con piel de avestruz, cocodrilo, vacuno y otras que son consideradas exóticas, todas con el debido permiso y legalidad pues de lo contrario no lo haría, señaló. El proceso para elaborar un calzado inicia analizando la textura y forma de la piel, pues es acá donde se busca la manera adecuada de aprovechar el material y que no se desperdicie nada, una v