En Oaxaca, antes de la celebración del Día de Muertos, en los mercados de las ocho regiones de la entidad se entremezclan los intensos colores y sabores de flores, frutas, moles y chocolate, entre los productos infaltables está el rico aroma del pan de muerto. La multiculturalidad y extensión de Oaxaca se refleja también en la vasta gastronomía y bebidas, en este punto, la variedad de pan no es la excepción. Los tipos de panes de muerto se multiplican en las ocho regiones, pues cada comunidad aporta su sello particular, único en esta conmemoración. El pan de muerto es muy apreciado, no solo por los habitantes de Oaxaca, sino también por los de la Ciudad de México y en diversos puntos de Estados Unidos. En la plaza de la Villa de Zaachila, cuna de la cultura zapoteca, destaca el pan de muerto “adornado” junto con las calaveras de azúcar, el cacahuate, la nuez, las velas, el copal y el mezcal para el altar. La cubierta del pan de muerto de Villa de Zaachila se asemeja a un lienzo. El pan adornado es el que más
Bordado inspira el pan de muerto
En Oaxaca, antes de la celebración del Día de Muertos, en los mercados de las ocho regiones de la entidad se entremezclan los intensos colores y sabores de flores, frutas, moles y chocolate, entre los productos infaltables está el rico aroma del pan de muerto. La multiculturalidad y extensión de Oaxaca se refleja también en la vasta gastronomía y bebidas, en este punto, la variedad de pan no es la excepción. Los tipos de panes de muerto se multiplican en las ocho regiones, pues cada comunidad aporta su sello particular, único en esta conmemoración. El pan de muerto es muy apreciado, no solo por los habitantes de Oaxaca, sino también por los de la Ciudad de México y en diversos puntos de Estados Unidos. En la plaza de la Villa de Zaachila, cuna de la cultura zapoteca, destaca el pan de muerto “adornado” junto con las calaveras de azúcar, el cacahuate, la nuez, las velas, el copal y el mezcal para el altar. La cubierta del pan de muerto de Villa de Zaachila se asemeja a un lienzo. El pan adornado es el que más