Mucho antes de que los antiguos mayas construyeran templos, sus predecesores ya estaban alterando el paisaje de la península de Yucatán en Centroamérica. Utilizando drones e imágenes de Google Earth, los arqueólogos han descubierto una red de canales de tierra de 4 mil años de antigüedad en lo que hoy es Belice. Los hallazgos fueron publicados el viernes en Science Advances. “Las imágenes aéreas fueron cruciales para identificar este patrón realmente distintivo de canales lineales en zigzag, que recorren varios kilómetros a través de humedales”, dijo la coautora del estudio Eleanor Harrison-Buck de la Universidad de New Hampshire. Luego, el equipo realizó excavaciones en el Santuario de Vida Silvestre Crooked Tree de Belice. Los antiguos canales de pesca, combinados con estanques, se utilizaban para canalizar y capturar especies de agua dulce como el bagre. Las “puntas de lanza con púas” encontradas cerca pueden haber sido atadas a palos y utilizadas para pescar con arpón, dijo la coautora del estudio Marieka
Canales de predecesores mayas
Mucho antes de que los antiguos mayas construyeran templos, sus predecesores ya estaban alterando el paisaje de la península de Yucatán en Centroamérica. Utilizando drones e imágenes de Google Earth, los arqueólogos han descubierto una red de canales de tierra de 4 mil años de antigüedad en lo que hoy es Belice. Los hallazgos fueron publicados el viernes en Science Advances. “Las imágenes aéreas fueron cruciales para identificar este patrón realmente distintivo de canales lineales en zigzag, que recorren varios kilómetros a través de humedales”, dijo la coautora del estudio Eleanor Harrison-Buck de la Universidad de New Hampshire. Luego, el equipo realizó excavaciones en el Santuario de Vida Silvestre Crooked Tree de Belice. Los antiguos canales de pesca, combinados con estanques, se utilizaban para canalizar y capturar especies de agua dulce como el bagre. Las “puntas de lanza con púas” encontradas cerca pueden haber sido atadas a palos y utilizadas para pescar con arpón, dijo la coautora del estudio Marieka