Itatí fue la niña rara de su familia

Sobre el escenario, la actriz Itatí Cantoral experimenta muchas emociones. Por ejemplo, piensa en su madre, quien la acompañaba en sus primeras funciones, o en el gran legado artístico heredado de su familia, incluido su padre. “Soñé con él (el cantautor Roberto Cantoral), y no lo sueño mucho, pero lo vi en el teatro, me abrazaba y me decía: ‘Me siento muy orgulloso de ti, mi cebollita’, y estaba emocionadísimo”, comparte Itatí en entrevista. Eso experimentó la actriz esta semana antes de ponerse en la piel de Sally Bowles, protagonista del musical Cabaret, no solo por el desafío de interpretar a un personaje tan complejo nuevamente (fue un hito en su carrera la primera vez, en 2004), sino por el orgullo de seguir obstinada en vivir el sueño que tuvo desde niña. Cuenta que, dentro de la familia Cantoral, era considerada la “niña rara” porque no sentía la misma afinidad con la música como lo hacían su padre o su hermano. Para ella, el medio ideal para expresarse debía ser una mezcla de sonidos y movimientos, y