Lo que Esmeralda no puede callar

Esmeralda Pimentel sabe que uno de sus principales defectos ha sido no saber cuándo quedarse callada. “Tal vez siempre he sido impulsiva o reactiva, no sé si he perdido trabajos por eso, pero sí sé de producciones que quizá no me vuelvan a contratar porque en su momento levanté la voz, siendo tal vez la primera del ‘casting’”, dice la actriz, que guarda el título de los proyectos. “Pero creo también que me he hecho incluso de cierta reputación entre mis colegas, en donde me he generado no sé si un respeto, pero sí me he dado cuenta que ya hay muchas personas que no se atreven a decirme ciertas cosas”, comenta. Con eso en mente, no tiene problemas para hablar de política, pues para muchos es una papa caliente y optan por el silencio o dar la “vuelta” cuando se les pregunta del tema. Finalmente, Esmeralda y la política estarán juntas en cine, al estrenarse Casi el paraíso, adaptación de la novela homónima de Luis Spota, en la que interpreta a Frida, una mujer que desea derrocar el poder desde dentro. El texto o