Después del estruendoso estreno de Monstruo: La vida de Jeffrey Dahmer que le dio a Evan Peters uno de los mejores papeles de su carrera interpretativa retratando a un asesino despiadado, cruel y retorcido, le toca el turno a la segunda entrega de esta antología inspirada en crímenes reales creada por Ryan Murphy. Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez es radicalmente distinta en la medida en que retrata un crimen que se aleja por completo de los de Dahmer. Es distinto el “qué” pero también el “cómo”. Lejos de la apuesta por la oscuridad y la sordidez, estamos ahora ante una serie mucho más ligera y luminosa que nos adentra en el terreno de la especulación. Sabemos a ciencia cierta que Lyle y Erik asesinaron a sus padres puesto que lo confesaron, pero nunca termina de quedar claro si fue por miedo, avaricia o una mezcla de ambas cosas. La serie juega con los espectadores para presentarles diversas conjeturas sobre lo que pudo pasarles antes de tomar la decisión de plantarse frente a ellos con escopeta
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez
Después del estruendoso estreno de Monstruo: La vida de Jeffrey Dahmer que le dio a Evan Peters uno de los mejores papeles de su carrera interpretativa retratando a un asesino despiadado, cruel y retorcido, le toca el turno a la segunda entrega de esta antología inspirada en crímenes reales creada por Ryan Murphy. Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez es radicalmente distinta en la medida en que retrata un crimen que se aleja por completo de los de Dahmer. Es distinto el “qué” pero también el “cómo”. Lejos de la apuesta por la oscuridad y la sordidez, estamos ahora ante una serie mucho más ligera y luminosa que nos adentra en el terreno de la especulación. Sabemos a ciencia cierta que Lyle y Erik asesinaron a sus padres puesto que lo confesaron, pero nunca termina de quedar claro si fue por miedo, avaricia o una mezcla de ambas cosas. La serie juega con los espectadores para presentarles diversas conjeturas sobre lo que pudo pasarles antes de tomar la decisión de plantarse frente a ellos con escopeta