Tras las huellas de Leal Audirac

Para el escritor Gabriel Bernal Granados, las tertulias que se llevaron a cabo en el estudio del pintor Fernando Leal Audirac, ubicado en el número 92 de la calle de Chihuahua en la colonia Roma, representaron el último tramo de la edad de oro de la literatura y el arte mexicanos, y congregaron la escena underground de principios de la década del 90. Pero lo que Bernal Granados (Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas 2021) busca en su libro más reciente, el ensayo narrativo De donde se desprende que Uno es la suma total del universo (Ediciones Odradek, 2024), no solo es la recapitulación de un periodo de la vida cultural mexicana, sino mostrar cómo el pintor se hizo a sí mismo —estableciendo correspondencias con el Retrato del artista adolescente, de James Joyce— y rendir una forma de homenaje a ciertas figuras fundamentales en su formación. “La obra de Leal Audirac debería ocupar un lugar central. Tendría que ser considerado como uno de los grandes pintores de una tradición a la que pertenec