Un sexenio con menos presupuesto

Durante los últimos seis años en el mundo del cine, este no fue de comprar palomitas y disfrutar la función. Se ordenó la extinción del Fidecine y Foprocine, que en conjunto apoyaron cerca de 500 largometrajes a lo largo de dos décadas y se creó en su lugar al Focine, el cual después de tres años en funcionamiento, continúa sin estar en papel legal. En abril, en Comisiones del Senado, se dictaminaron dos párrafos en los “que se reconoce el fomento y promoción permanente a través de la Secretaría de Cultura”, pero no se votó en el Pleno porque terminó la legislatura y no hay fecha. Luego del Senado debe pasar a Diputados. También, hasta ahora, quedó a oscuras la nueva Ley Federal de Cinematografía, trabajada por el propio sector fílmico gubernamental encabezada por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), al igual que por figuras como la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc). El documento llegó a estar listo en la Oficina de Presidencia, pero no se envió al Congreso de la Unió