Agua y futuro

El marco constitucional de los años 90 que regulaba el conflicto entre la disposición y el uso del agua en el país y ante las condiciones cada vez más turbulentas del cambio climático, el crecimiento de la población y el desarrollo de la industria con respecto a su uso y gestión, por fin ha cambiado. Desde 1992 se promulgó la Ley de Aguas Nacionales (LAN) y su Reglamento en 1994. Desde entonces, el recurso se convirtió en una mercancía y al paso del tiempo, su abasto y manejo prefiguraron una perspectiva muy poco prometedora a mediano plazo. En consecuencia, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó el 21 de noviembre el Plan Nacional Hídrico 2024-2030, cuyo objetivo esencial es hacer del agua un derecho para las y los mexicanos. Este se basa en cuatro ejes fundamentales: Política Hídrica y Soberanía Nacional; Justicia y Acceso al Agua; Mitigación del Impacto Ambiental y Adaptación al Cambio Climático; y una Gestión integral y transparente. Partiendo que el problema del agua es multidimensio