La pequeña comunidad mazahua del Barrio de Santa Martha del Sur, ubicado al sur de la Ciudad de México, es un ejemplo de cómo en unión es posible enfrentar cualquier acto de discriminación y, al mismo tiempo, reconstruir el tejido social. Seguras de sí mismas y orgullosas de su grupo étnico, las señoras Rosa Sámano y Mercedes Santiago, acompañadas de la pequeña América, visten sin temor sus coloridos trajes indígenas y recorren los estrechos pasillos de su colonia popular de la delegación Coyoacán. Estas mujeres son parte de los primeros mazahuas que en los años 50 migraron de cinco municipios de Michoacán hacia la capital mexicana, toda vez que tiempo atrás fueron excluidos de los terrenos ejidales que establecieron las autoridades. Otros factores que las obligaron a salir de sus lugares de origen son la marginación, pobreza, desigualdad y la falta de oportunidades. “Me vine para trabajar cuando tenía 15 años y uno año después me casé”, cuenta Rosa Sámano, quien lleva ya casi 60 años en esta gran urbe. La tí
Comunidad mazahua enfrenta la discriminación
La pequeña comunidad mazahua del Barrio de Santa Martha del Sur, ubicado al sur de la Ciudad de México, es un ejemplo de cómo en unión es posible enfrentar cualquier acto de discriminación y, al mismo tiempo, reconstruir el tejido social. Seguras de sí mismas y orgullosas de su grupo étnico, las señoras Rosa Sámano y Mercedes Santiago, acompañadas de la pequeña América, visten sin temor sus coloridos trajes indígenas y recorren los estrechos pasillos de su colonia popular de la delegación Coyoacán. Estas mujeres son parte de los primeros mazahuas que en los años 50 migraron de cinco municipios de Michoacán hacia la capital mexicana, toda vez que tiempo atrás fueron excluidos de los terrenos ejidales que establecieron las autoridades. Otros factores que las obligaron a salir de sus lugares de origen son la marginación, pobreza, desigualdad y la falta de oportunidades. “Me vine para trabajar cuando tenía 15 años y uno año después me casé”, cuenta Rosa Sámano, quien lleva ya casi 60 años en esta gran urbe. La tí