Ataviadas con la magnífica indumentaria de los personajes de la adelita, la china poblana y la charra, las bellas mujeres mexicanas que participan en las escaramuzas, la práctica femenil de la charrería, muestran al mundo el orgullo de encarnar a estos personajes, símbolos de la identidad nacional. De pie en la sala de reunión de la Asociación Nacional de Charros, tres mujeres que parecieran ser obras de arte ambulante, transportan a los presentes a un viaje a la época de la Revolución, donde era común ver por las calles a las aguerridas adelitas, las coquetas chinas poblanas y las decididas charras. Actualmente, los vestuarios de los personajes de adelita o ranchera, así como el de charra, son utilizados por las damas que participan en las famosas escaramuzas de la charrería, el deporte nacional por excelencia, que consiste en el conjunto de habilidades ecuestres propias del charro mexicano. En este sentido, cabe destacar que el año pasado, la charrería fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural I
Escaramuzas, símbolo de la identidad nacional
Ataviadas con la magnífica indumentaria de los personajes de la adelita, la china poblana y la charra, las bellas mujeres mexicanas que participan en las escaramuzas, la práctica femenil de la charrería, muestran al mundo el orgullo de encarnar a estos personajes, símbolos de la identidad nacional. De pie en la sala de reunión de la Asociación Nacional de Charros, tres mujeres que parecieran ser obras de arte ambulante, transportan a los presentes a un viaje a la época de la Revolución, donde era común ver por las calles a las aguerridas adelitas, las coquetas chinas poblanas y las decididas charras. Actualmente, los vestuarios de los personajes de adelita o ranchera, así como el de charra, son utilizados por las damas que participan en las famosas escaramuzas de la charrería, el deporte nacional por excelencia, que consiste en el conjunto de habilidades ecuestres propias del charro mexicano. En este sentido, cabe destacar que el año pasado, la charrería fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural I