Puente de Dios, como salido de un cuento

Puente de Dios suena muy celestial, pero no por la acepción religiosa, sino por el paraíso natural que es. Contagia la paz de su propia naturaleza. Inmerso en la Sierra Gorda queretana, en el bosque del municipio de Pinal de Amoles, el lugar no es sacado de ningún cuento: es una realidad. A poco más de dos horas desde la capital del estado, este paisaje natural se ubica a lo largo del río Escanela y para llegar ahí hay que tomar la carretera 120 y hacer un descenso de cinco kilómetros hasta el río. El camino de terracería acompañado de los vistosos paisajes adornan esta aventura natural, en la que mucha gente busca tener un contacto más íntimo con la naturaleza. Durante el descenso se pueden apreciar casas y pequeñas chozas de familias que de alguna manera decidieron vivir en contacto con la Sierra Gorda. Llegando, un grupo de jóvenes habitantes del lugar comienzan con las instrucciones: primero, dónde y cómo estacionar el vehículo, y después, a dónde dirigirse para iniciar el recorrido. Lo que les permit