La etnia indígena de los purépechas es la poseedora de uno de los vestuarios autóctonos más conocidos del país, el cual continúa vivo gracias a que sus pobladores siguen portándolo con orgullo en su día a día. Michoacán constituye uno de los estados con mayor riqueza cultural debido en gran parte, a la presencia en su territorio de cuatro etnias indígenas que habitan en las diferentes regiones de la entidad. La más conocida es la purépecha o tarasca, asentada en la región del centro y cuyos integrantes constituyen más del 10 por ciento de la población total de Michoacán. Sin embargo, en el oriente se ubican los integrantes de la etnia otomí y en la Sierra-Costa los del pueblo nahuatl, por mencionar algunas. De acuerdo a la página de internet de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), las purépechas utilizan dos tipos de enaguas (faldas) para vestir sus delicadas caderas y fuertes piernas. Utilizada como prenda del diario, las mujeres enredan su falda y la sujetan con un ceñidor
Traje purépecha, un ícono
La etnia indígena de los purépechas es la poseedora de uno de los vestuarios autóctonos más conocidos del país, el cual continúa vivo gracias a que sus pobladores siguen portándolo con orgullo en su día a día. Michoacán constituye uno de los estados con mayor riqueza cultural debido en gran parte, a la presencia en su territorio de cuatro etnias indígenas que habitan en las diferentes regiones de la entidad. La más conocida es la purépecha o tarasca, asentada en la región del centro y cuyos integrantes constituyen más del 10 por ciento de la población total de Michoacán. Sin embargo, en el oriente se ubican los integrantes de la etnia otomí y en la Sierra-Costa los del pueblo nahuatl, por mencionar algunas. De acuerdo a la página de internet de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), las purépechas utilizan dos tipos de enaguas (faldas) para vestir sus delicadas caderas y fuertes piernas. Utilizada como prenda del diario, las mujeres enredan su falda y la sujetan con un ceñidor