En sus venas corre sangre maya, al igual que muchas etnias que hay en el estado de Chiapas. La diferencia es que sus raíces se encuentran a más de mil kilómetros pasando la Frontera Sur de México.
Se trata de los acatecas, una etnia de Guatemala que al igual a otros grupos indígenas de ese país, han emigrado de sus localidades de origen a Chiapas, donde se han podido desarrollar.
Los enfrentamientos armados en Guatemala en los ochenta, propiciaron en gran medida el desplazamiento de miles de indígenas pertenecientes a diferentes etnias de ese país hacia México, siendo Chiapas uno de los principales estados que dio refugio a estos grupos, entre los que se encuentran los acatecas.
De acuerdo con la presidenta de la Comisión de Pueblos y Comunidades Indígenas del Congreso de Chiapas, Cecilia López Sánchez, en la entidad existen más de siete mil acatecos asentados, básicamente en la región de la Meseta comiteca, siendo el municipio de La Trinitaria la zona que concentra el mayor número de personas de este grupo étnico.
A pesar de ser un grupo minoritario de Chiapas, los acatecas carecen de pleno reconocimiento como ciudadanos de este estado, de ahí que desde el seno del Poder Legislativo, se pretende que desde la Constitución se promueva una iniciativa que les permita alcanzar sus derechos plenos, como lo tienen otros pueblos indígenas.
“Son habitantes chiapanecos en donde están plenamente identificados pero que no están reconocidos en la Constitución y que si bien tiene influencias de Guatemala, muchos ya han nacido en el estado y vale mucho la pena que tengan los mismos derechos que el resto de la población”, indicó López Sánchez.
Se estima que el conflicto militar a principio de la década de los ochentas provocó el desplazamiento de más de 100 mil indígenas guatemaltecos a territorio mexicano.
Tras los Acuerdos de paz en Guatemala, en octubre de 1992, el gobierno mexicano y el guatemalteco ofrecieron a la población refugiada en México el retorno organizado y seguro a Guatemala.
Sin embargo muchos de esos refugiados decidieron quedarse en la Frontera Sur, desde donde nuevas generaciones han logrado no solo preservar mucho las costumbres y tradiciones que trajeron sus ancestros, sino también la de crear una identidad propia.
“Nosotros tenemos nuestros orígenes, nuestras costumbres y tradiciones, portamos con orgullo nuestros trajes tradicionales de diferentes colores con los que nos identificamos como mujeres y hombre mayas y que hace único a nuestro pueblo de origen”, indicó Teresa López, acateca originaria de la comunidad de La Gloria.
En la Feria de San Miguel Arcángel que celebran los habitantes del ejido La Gloria, del municipio de La Trinitaria, los acatecas rememoran los hechos violentos al que muchos familiares vivieron durante el conflicto militar en Guatemala.
En la actualidad sus descendientes exigen un pleno reconocimiento como grupo étnico, además de que se reconozca como lengua número trece al acateco, así como otros derechos que deben ser plasmadas en la propia Constitución.