Se debe comenzar a incrementar el uso de tecnologías en el sector agroalimentario para preservar las cualidades del suelo, agua y la agrobiodiversidad, además de promover una mayor concientización sobre la importancia de producir alimentos bajo estándares sustentables.
Lo anterior fue señalado por el investigador del Consejo Nacional de Recursos Genéticos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Ramón Arteaga Garibay, así como otros expertos nacionales e internacionales en el Primer Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad.
El 95 % de los alimentos que se consumen proviene del suelo, y dado que existen más de 700 millones de personas en el mundo que sufren hambre, es necesario crear conciencia sobre la valía de los sistemas productivos, particularmente los de pequeña escala.
En México y en todo el mundo existe la necesidad de contar con suelos fértiles, no obstante, hay más de 10 amenazas a este factor que ponen en riesgo la seguridad alimentaria, entre ellas la erosión, desbalance de nutrientes, salinización y sodificación, sellado, contaminación, acidificación y la compactación de suelos.
Señaló que los suelos son los ecosistemas más complejos de la naturaleza, ya que en ellos existe un número infinito de comunidades de microorganismos que inciden positiva o negativamente en las plantas.
Tan solo en un gramo de suelo se pueden encontrar más de 2 mil 500 millones de bacterias, medio millón de hongos, 50 mil algas y 30 mil protozoarios, los cuales, en su mayoría, participan en la producción agroalimentaria como biofertilizantes, ya que ayudan a fijar el nitrógeno.
Una forma de ayudar a la preservación de la agrobiodiversidad es mantener la producción de cultivos nativos, por lo que en los últimos años diversos organismos trabajan en promover estas prácticas entre pequeños productores.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha trabajado los últimos 54 años en la generación de información geográfica sobre agua, suelo y vegetación, en la cual se han identificado más de 21 mil 600 especies de flora en México.