Atlas de riesgo es clave para prevenir

El riesgo de inundación en las ciudades aumentan directamente proporcional al crecimiento demográfico y urbano, los caudales de los escurrimientos pluviales aumentan y con ello las zonas de peligro, por eso es importante que cada municipio cuente con un atlas de riesgo actualizado, aunque en Chiapas muy pocos Ayuntamientos lo tienen.

Romeo Palacios Suárez, coordinador sur-sureste de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia, indicó que no todos los Ayuntamientos cuentan con un atlas, aunque está estipulado en el reglamento de Protección Civil como una obligación.

Explicó que cuando llueve en condiciones naturales el agua se infiltra, pero sí hay exceso de concreto como en una ciudad urbanizada, como Tuxtla Gutiérrez, escurre superficialmente por las calles.

La generación de residuos y el cambio climático son factores, pero la razón principal es que se ha modificado el régimen de escurrimiento por la urbanización, la tala, deforestación, agricultura y sobrepastoreo.

Como asociación han trabajado en una propuesta de plan hídrico para Chiapas y un plan de intervención para rescatar el Cañón del Sumidero como principal atractivo turístico del estado, que guarda una amplia biodiversidad. Por eso es importante combatir y erradicar la gran cantidad de residuos que cada año llegan a su cauce.

Si en todas las comunidades aledañas se hace un plan hídrico de control y manejo del agua, a través de pequeñas estructuras en las partes altas de la cuenca para retener el líquido, complementado con saneamiento de las aguas residuales, ayudaría también a todos los ecosistemas de la zona.

Las estructuras de control que proponen tendrían un costo de entre ocho y 10 millones de pesos, con medidas de 11 metros de altura y 35 metros de ancho, construidas con gavión; estas servirían para retener el agua y a su vez todo el material sedimentario y residuos.

Para identificar los puntos donde se podrían implementar se deberán hacer estudios de hidrología, mecánica de suelo, ambientales, de riesgo. “Son mucho más económicas que si hacemos grandes obras hidráulicas”, finalizó.