La producción de cacao en México está en manos de casi 40 mil productores de comunidades campesinas e indígenas situadas en Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, principalmente. Nuestro país ocupa el lugar número 13 en la producción mundial de cacao, con un volumen anual de 28 mil 466 toneladas.
De acuerdo al subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, este cultivo fue ignorado en las políticas públicas de sexenios recientes, pero el gobierno actual busca revertir esa tendencia por medio de sus programas Sembrando Vida y Producción para el Bienestar.
Reconoció que hay medidas de política pública que faltan para llevar justicia en precios a los productores, quienes reciben porcentajes muy bajos respecto del precio final del chocolate.
Además, es necesario avanzar vía normatividad en la generación de un mercado de chocolates con alto contenido en cacao y no adulterados con exceso de azúcar y otros ingredientes, como grasas ajenas a las del fruto.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural realizó una serie de eventos y encuentros científico-técnicos entre productores, chocolateros artesanales, investigadores, expertos y agroindustria para dar a conocer los avances en mejora, cualidades agronómicas y nuevas variedades de cacao con mejor aroma, sabor, calidad y tolerancia a plagas y enfermedades.
Como parte del Día Nacional del Cacao y el Chocolate, que se celebra el 2 de septiembre, participaron integrantes de la cadena productiva, academia, centros de investigación y autoridades, quienes resaltaron la transcendencia de este producto emblemático de México.
En Chiapas, por ejemplo, finaliza este 4 de septiembre el Salón Internacional de la Cultura del Cacao y el Chocolate, con una serie de talleres y conversatorios con temas sobre la importancia del cacao criollo o especial y sus retos y oportunidades a escala mundial; los desafíos del cacao mesoamericano; las oportunidades del cacao mexicano y chiapaneco en particular; y las mujeres del cacao.
Todos los eventos tuvieron un enfoque agroecológico, con temáticas como los procesos de control de plagas y enfermedades, y el manejo poscosecha del cacao; habrá visitas a parcelas cacaoteras a beneficios y moliendas de procesadores.
La dependencia federal resaltó que, con la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa Producción para el Bienestar, se atiende a tres mil 429 productores en 25 municipios de cuatro entidades: Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Rescatar cacao prehispánico
Y con motivo de encaminar la economía cacaotera sustentable, que dote de beneficios sociales y ambientales, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) realizará un proyecto de investigación y gobernanza en Chiapas y Tabasco enfocado al rescate del cacao prehispánico.
El Centro, perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conancyt), explicó que a inicios del siglo XX, a nivel regional este producto dejó de ser autosuficiente en la producción y consumo, al grado que “hoy su productividad está por debajo de la media mundial”, mientras que desde el 2015, con la presencia de chocolateras extranjeras en territorio mexicano, se desmanteló prácticamente la industria nacional.
Además, que “no se ha aprovechado su gran biodiversidad de cacaos nativos, los cuales son patrimonio heredado de culturas prehispánicas”.
El Ciatej esclareció que diversas disciplinas científicas intervendrán en la cadena de valor del cacao para el rescate prehispánico y prácticas culturales en busca de su aprovechamiento sustentable.
“Se conformó un equipo de investigación transdisciplinario con expertos en arqueología, microbiología, agroecología, evaluación de la sustentabilidad, gobernanza ambiental, agricultura genética y genómica, tecnología de alimentos y gestión del conocimiento, además de científicos con experiencia en el cultivo de cacao”.
Planeación
Al equipo se integran productores de Tabasco y Chiapas, mientras que en las distintas etapas del proyecto contemplan la participación de mujeres y la integración de becarios que apoyarán a los investigadores consolidados, así se plantea garantizar la transmisión de conocimientos hacia los jóvenes.
“Mediante la investigación teórico-experimental, tanto en laboratorio como en campo, nuestro equipo buscará alcanzar los siguientes objetivos: identificar y describir diferentes variedades de cacaos prehispánicos utilizando tecnología genómica de ADN antiguo, cromático, gráfica y sensorial”.
Y cursos para establecer buenas prácticas agroecológicas para el mantenimiento y propagación controlada de este cacao, así como para el procesamiento poscosecha, a fin de optimizar los aromas y sabores.
El proyecto también pretende estudiar el mercado de cacaos aromáticos exclusivos, a fin de determinar posibles nichos para los cacaos prehispánicos, así como elaborar chocolates de la alta calidad una vez se identifique la tecnología adecuada el impacto socioeconómico y ambiental.
Por tanto, se espera que los beneficios sean el posicionar al cacao prehispánico en un mercado exclusivo, con precios independientes de las bolsas de Nueva York y Londres, lo cual, a su vez, contribuirá a la prevalencia de su biodiversidad y la regeneración de bosques tropicales en la prevalencia de su herencia gastronómica y cultural indígena.