Horas de camino con las cubetas llenas de agua bajo el brazo, representaba el día a día de cientos de mujeres. No obstante, se cumplió cuatro años de la conformación de la Asociación de Patronatos de Agua del Municipio de Sitalá, modelo jurídico y organizacional que se ha replicado en otros municipios, permitiendo el acceso al vital líquido de calidad y promoviendo la participación femenina en la toma de decisiones comunitarias.
Fue en un diciembre de 2019 cuando se conformó este patronato, explica uno de sus integrantes, José Luis Méndez, quien detalla que la primera asamblea logró reunir a 20 comunidades, “y al paso de los pocos meses” se llegó a las 35, número que han tratado de mantener.
La razón de lucha y compromiso era que las comunidades gozaran del acceso al agua, contemplado como un derecho humano, de tal forma que frenar una de las brechas que genera más desigualdad económica en el país sigue siendo el objetivo. Junto a ello y en alianza participó la asociación Cántaro Azul.
Recordó que cuando se convocó a la primera asamblea que habló sobre la temática del agua con actores clave de comunidades y organizaciones asociadas, hubo acciones colaterales, pues se desarrolló un “espacio de análisis municipal”, en donde las mujeres se vieron como líderes del movimiento.
Liderazgo femenino
“A lo largo de estos cuatro años enfatizamos la importancia de la participación de las mujeres; al principio fueron hombres quienes alzaron la voz, pero también algunas mujeres lo hacían, y analizamos que teníamos que organizarnos más, pensar en acciones y no solamente reuniones de sector comunitario y con otras instituciones”, comentó.
Y acotó: “Les animamos a que pensaran que las personas que tomaran esa vocería, también tendrían que ser mujeres; se lo cuestionaron, la mayoría se animó”.
Ahora son las mujeres quienes van a los ayuntamientos a entregar las documentaciones, e incluso quienes han viajado a otros países con el fin de compartir sus experiencias.
¿Qué viene para los patronatos?
En la más reciente asamblea, que fue el pasado 5 de diciembre, se habló de la importancia de que más mujeres participen, y que las que ya están participando fortalezcan diversas capacidades.
“Estamos visualizando que el año 2024 tiene que ser un año para reforzar el hecho de la participación, tanto de mujeres en general, pero en particular mujeres jóvenes, que son las que menos están presentes, y sobre todo en las comunidades indígenas”.
Ahondó en que esto es fundamental dentro de un contexto donde las mujeres son las que mayor peso cargan, literalmente, con el acarreo de agua para hacerla llegar hasta sus hogares, teniendo que trasladarse por varios kilómetros. “La demanda, pues, es erradicar el acarreo del agua y evitar que los niños y las niñas enfermen por falta de agua limpia”.