Celebran rehabilitación total del antiguo rastro
Así quedaron las instalaciones del antiguo Rastro Municipal. CP

Román Meyer Falcón, director de la Secretaría para el Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), visibilizó la transformación realizada por el Laboratorio de Acupuntura Urbana del antiguo rastro de San Cristóbal de Las Casas, a un Centro de Desarrollo Comunitario (Cedeco o CDC).

El polígono del proyecto “Construcción de Centro de Desarrollo Comunitario en Antiguo Rastro Municipal”, que se ubica en el sector Las Rosas, de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, en el estado de Chiapas, cubre un área de 2614.39 m2.

Transformación

El proyecto busca, aseguró la firma de arquitectos, la recuperación y transformación del antiguo Rastro Municipal de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, rehabilitando la infraestructura física existente, con el respeto a los elementos y las características principales para crear una unión con los espacios abiertos y la creación de nuevos espacios públicos que a su vez permitan la integración de los elementos culturales que hacen parte de la memoria colectiva, contribuyendo al desarrollo integral de la sociedad desde un enfoque de género a través de programas de atención a pueblos indígenas y grupos vulnerables y aportar, por medio de la educación, a la mejora de la seguridad pública y la conservación del medio ambiente.

El proyecto aborda, entre otras, las siguientes variables: equidad de género y seguridad, ya que con el uso anterior el 90 % de las personas que utilizaban el inmueble eran hombres, por ello se consideran iguales oportunidades para el uso del equipamiento, con la inclusión de ambientes amplios, iluminados y que permiten el libre acceso de todas las personas para desarrollarse en comunidad.

Además, se favorece la integración de la población urbana con los habitantes del sector rural, con especial interés en los pueblos indígenas, en espacios renovados dentro de la ciudad, además se apoya la política pública contra el cambio climático.

Espacios

Se genera un eje compositivo central llamado “Ágora recreativa”, el cual conecta las edificaciones preexistentes con las nuevas, lo que busca adaptarse a las variaciones de tiempo y necesidades económicas, físicas y culturales de todos los actores involucrados.

“Toma en cuenta la historia y la memoria del sitio para adaptarse a un nuevo uso creando áreas de exposiciones, talleres de oficios, oficinas, servicios sanitarios, comedor, bodegas, espacios exteriores, aprovechando el medio ambiente e integrándolo para generar un espacio que conecte historia, arquitectura y comunidad”, describió.

El proyecto “Centro de Desarrollo Comunitario en Antiguo Rastro Municipal” integra la vegetación endémica existente y busca liberar todos los agentes contaminantes generados del antiguo rastro, que llegaban al río aledaño; estos agentes generaban una situación insalubre, liberando gases tóxicos y contaminando el agua de la comunidad. Para ello se propuso la limpieza extensiva de desagües, canalización y captación de agua pluvial, optimizando el consumo de los recursos naturales y devolviendo a su vez la limpieza y salud a la comunidad.

Materiales

El proyecto contempló el uso de materiales responsables con el medio ambiente como el concreto Vertua para la reducción de CO2, gravas que permitan la filtración de agua, materiales locales como madera y teja de barro, siempre pensando en el bajo mantenimiento y una larga durabilidad para que la comunidad y los usuarios puedan tener edificaciones de calidad y eficientes a lo largo del tiempo.

El concepto del proyecto se fundamenta en la transformación de los espacios preexistentes, buscando respetar la historia del lugar, pero dejando a un lado la connotación de lo que representaba el antiguo rastro abandonado, en donde se generaban espacios insalubres no aptos para la comunidad. De esta manera se logró integrar lo preexistente a las edificaciones nuevas, conectándolas con un ágora central recreativa que uniera todos los usos del conjunto arquitectónico, buscando adaptarse a las variaciones del tiempo y las necesidades económicas, físicas y culturales de todos los actores involucrados, es decir, que sean espacios flexibles, abiertos y con una materialidad perenne.