Habitantes de municipios de la Sierra y la frontera de Chiapas siguen desplazándose hacia Guatemala, debido a la disputa entre grupos, informó una fuente en el municipio de Cuilco, del vecino país.
“Todavía hoy estuvo entrando más gente que llegó a la escuela rural de la comunidad de Ampliación Nueva Reforma, donde se instaló un albergue desde el miércoles para brindarles ayuda”, dijo, al tiempo de comentar que un hombre de los refugiados falleció el jueves en el albergue presuntamente de un paro cardíaco, por lo que tuvo que ser enterrado en esa localidad.
Son de Amatenango de la Frontera
En entrevista telefónica, señaló que los pobladores afectados comenzaron a llegar desde el domingo pasado, provienen principalmente del municipio de Amatenango de la Frontera, Chiapas, situada a unos 18 kilómetros de Cuilco; y que salieron con pocas pertenencias porque no les permitieron sacar sus cosas.
“Estuve platicando con uno de ellos y me dijo que en algunas localidades les avisaron que tenían que salir en 24 horas. A ellos no… salieron como pudieron”.
Explicó que los deslazados salieron caminando por la montaña, ya que las carreteras están bloqueadas. “Primero llegaron a la municipalidad y los movimos para Ampliación Nueva Reforma, que está entre una hora y media y dos horas de distancia en vehículos de doble tracción”.
La autoridad consultada afirmó que “hoy (viernes) llegó personal de Migración de Guatemala y juntos estuvimos donde está la gente albergada en Ampliación Nueva Reforma, donde hay entre 250 y 300 personas; además, hay otros dos albergues en dos comunidades más con unas cien personas más en total”.
Sostuvo que “el número de personas refugiadas puede llegar a 500 porque muchas están en casas particulares, llegan a comer a los albergues y se regresan. Pero cuando estuvimos ahí estaban llegando más gentes hoy. Hay varias instituciones de gobierno y no gubernamentales atendiéndolos. También en la localidad de Jocotitán hay entre 20 y 30 personas refugiadas”.
Expresó que Migración llevó este viernes, despensas para 300 personas y un camión con colchonetas, aparte del apoyo que están brindando a los mexicanos otras instituciones, iglesias, comerciantes y algunas comunidades grandes. “Todo mundo está colaborando con lo que se pueda”.