Gerardo Coutiño Montes, investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas, reflexionó acerca de los últimos cambios políticos en la contienda por la presidencia de los Estados Unidos, por lo que consideró la entidad estar expectante por dicho evento democrático; ante una posible incidencia geopolítica.
Coutiño Montes ubicó las posiciones políticas de cada partido, por lo que su militancia demuestra preferencia hacia estrategias y grupos raciales; lo que tarde o temprano incidirá en las decisiones geopolíticas del continente.
¡Adiós a Biden!
El analista consideró un “cambio total del escenario” la reciente declinación de Joe Biden como candidato demócrata a la presidencia estadounidense. Lo que evitará algunas fricciones hacia integrantes de su partido debido a la decisión personal tomada.
“Evita la avalancha de críticas de jugadas sucias de su partido y sus partidarios. La forma es fondo, por ello haber renunciado de forma unilateral es necesario entenderlo”, dijo.
Por otro lado, se reservó en declarar una victoria hacia Donald Trump; el candidato republicano, en vista de la posible llegada de Kamala Harris; vicepresidenta actual.
“La decisión es totalmente legal y no viola ninguna ley electoral. Antes, se consideraba una pelea entre dos señores de la tercera edad, pero ahora, vamos a ver una candidata joven, preparada e hija de padres migrantes asiáticos”, añadió.
Coutiño Montes ubicó ciertas posibilidades de una vuelta al escenario político actual, en la que Trump mantenía una preferencia abrumadora frente a Biden.
“Falta mucho para llegar a noviembre. Todavía hay tiempo, aunque el se está radicalizando desde el atentado. También con apoyo de la imagen de su compañero de fórmula J.D. Vance”, explicó.
J.D. Vance, compañero de Trump, repite el estilo de vida americana, con un pasado militar y de esfuerzo. Dicho factor, consideró el analista, le representa cierta atracción hacia el electorado.
Aunque Vance ha insistido en la presencia de fuerzas armadas estadounidenses en territorio mexicano, con el fin de poner un alto al tráfico de drogas sintéticas; en especial, el fentanilo.
“Ese asunto es simple, busca sacarlos de la ruta. Pero, eso representa una violación a la soberanía nacional, pero políticamente para la gente muy radical es rentable. Recordemos que Estados Unidos ha experimentando la crisis de los opioides”, finalizó.