Solo cinco de las 32 entidades federativas de México cultivan rambután y Chiapas es el principal productor. La entidad junto con Nayarit y Oaxaca destinaron 893 hectáreas al cultivo de esta fruta en el 2023, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap).
Esta fruta, como otras tropicales, posee cantidades sustanciales de polisacáridos en la cascara, la piel, las semillas y la pulpa. Compuestos que han demostrado diferentes actividades biológicas como antioxidante, antifatiga, antinflamatoria, hepatoprotectiva, gastroprotectiva e inmunomodulatoria.
Investigación
Hernán Villatoro Moreno, del doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable, con orientación en Ecología de Artrópodos y Manejo de Plagas, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Tapachula, realizó una investigación relacionada a esta fruta.
Señaló que el rambután, originario de Asia, posee domacios que han sido usados como referencias taxonómicas para la especie. Domacios y nectarios extraflorales son estructuras no florales que median interacciones entre las plantas y artrópodos (insectos, arácnidos, crustáceos y otros).
En el rambután se desconoce la presencia de ellos, así como las implicaciones ecológicas asociadas a la introducción de esta planta al país. Debido a la falta de conocimiento, estudió la presencia de estructuras no florales en la fruta y su relación con los artrópodos visitantes de su follaje en el trópico mexicano.
Comparativa
La morfología externa, distribución espacial, producción de néctar extrafloral y actividad de insectos visitantes de los domacios y nectarios extraflorales se comparó con los domacios de otras especies.
La producción de néctar extrafloral se analizó considerando la edad de las hojas y horario del día, relacionando a estas variables con la visita de los artrópodos.
Los artrópodos atraídos por el néctar se clasificaron en cuatro grupos de acuerdo con su función ecológica; las hormigas fue el grupo visitador más abundante, seguidas por las moscas, parasitoides y arañas.