Congreso creó una conciencia de la identidad indígena

“El Congreso Indígena celebrado en 1974 en San Cristóbal significó el despertar de la conciencia de los pueblos originarios de Chiapas, por lo que hay motivos para celebrar medio siglo después”, afirmó Jorge Santiago, miembro del consejo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), y quien participó en la organización del encuentro.

Reunión

Agregó que la reunión, que se llevó a cabo del 13 al 15 de octubre de 1974, fue también “la semilla” para que en la diócesis de San Cristóbal que encabezaba el obispo Samuel Ruiz García, se descubriera “la necesidad de impulsar lo que llaman la teología de la liberación y tener un compromiso político con las causas sociales”.

En entrevista sostuvo que el Congreso Indígena, en el que participaron tsotsiles, tzeltales, tojolabales y choles, “fue significativo porque en realidad creó una conciencia de la identidad de los pueblos, de la posibilidad de una palabra propia y de enfrentar la lógica del Estado; de mostrar cómo está construido el sistema porque en el análisis de la tierra se dieron cuenta cómo el sistema controlaba y dominaba a través de la Secretaría de la Reforma Agraria”, en la que había “solicitudes de reclamos históricos de más de 40 años”.

Santiago recordó que la reunión se realizó a iniciativa del entonces gobernador Manuel Velasco Suárez, junto con una asociación civil para celebrar los 500 años del nacimiento de Fray Bartolomé de Las Casas, primer obispo de Chiapas y defensor de los indígenas.

Idea

Sin embargo, “como se dieron cuenta de que no sería fácil hacer la convocatoria solo a través del gobierno estatal y la asociación, le plantearon a don Samuel la idea de convocarlo y aceptó. Yo fui parte del grupo organizativo. Un año llevó la preparación. Fueron cuatro temas a tratar en el Congreso: la tierra, el comercio, la educación y la salud. Los pueblos acordaron que no sería un congreso para que alguien les dijera qué hacer; es decir, que hubiera ponencias hacia los pueblos, sino al revés”, expresó.

Comentó que en cada una de las zonas, los pueblos prepararon ponencias en sus lenguas sobre esos cuatro temas. “El congreso sirvió para mostrar la voz de los pueblos. Fue en un momento histórico complejo. En la inauguración estaban don Samuel, el gobernador y otras personas, pero no les dieron el micrófono, solo el gobernador que inauguró. Fue la voz de los pueblos”.

Dijo que “fue un acto de la diócesis convocado por el gobierno y el lema fue la igualdad en la justicia. El evento fue significativo porque en realidad creó una conciencia de la identidad de los pueblos, de la posibilidad de una palabra propia”.

Conciencia

Además, subrayó, la reunión “generó la conciencia” de los pueblos de que era necesario organizarse, pues sería “lo único que los salvaría” y a partir de entonces se crearon muchas organizaciones y movimientos en diferentes regiones del estado. “Llegaron a la conclusión de que los nuevos fray Bartolomé de Las Casas son los pueblos; los que van a hacer la defensa de su situación”.

Señaló que “uno de los puntos que considero importante del Congreso es el surgimiento de una conciencia organizativa buscando cambiar las situaciones que se mostraron ahí, la problemática de la injusticia, la discriminación de un Estado que es el que de alguna manera representa los intereses de un grupo, de una clase. Y parece que eso no era la idea del gobernador; se salió de control en el sentido de que no fue la conmemoración como alabanza, sino la creación de esa conciencia y por eso ahora se considera que es importante porque se ve como uno de los antecedentes de varios procesos”.

¿Podría decirse que el Congreso Indígena fue de alguna forma el embrión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)?

Hay una especie de avenidas que se crearon y siguen presentes. El EZLN, por ejemplo, tuvo sus zonas tseltal, chol, tsotsil y tojolabal. Fue un marco no ajeno a la realidad. Eso le ha dado una fuerza. Cuando hace un caracol o municipio autónomo se respeta esa identidad como base fundamental del ser de los pueblos.

Manifestó que en la organización de la reunión tuvo mucho que ver Ruiz García, “pero no se habló sobre religión. La convocatoria se hizo por medios oficiales: los municipios y agencias rurales, pero como resultado de los acuerdos, en una asamblea diocesana realizada un año después, don Samuel dijo que esta diócesis optaba por los pobres, es decir, por acompañar estos procesos”.