Criptomonedas, ¿son buenas o no?

Las personas dedicadas a la actividad empresarial en todas las fronteras y de cualquier parte del mundo, deben asumir que los activos virtuales llegaron para quedarse. Y por ello es importante que sus negocios se definan previamente con planes administrativos así como la debida diligencia que van a tener que cumplir.

Lo anterior fue señalado durante el foro “La industria crypto y la prevención del lavado de dinero”, que tiene por objetivo que empresarios y toda persona interesada entiendan cómo funcionan las criptomonedas, las responsabilidades de quienes las utilizan y cómo evitar incurrir en actos ilícitos.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que el dinero físico está llegando a su fin, pues ha comenzado la era de las monedas digitales. Esta transformación reconfigura la banca, las finanzas y la estructura de la sociedad.

A nivel mundial hay un debate sobre la regulación de los activos digitales para que no sean utilizados por el crimen organizado. Según los datos, en el 2020 se pagaron al menos 350 millones de dólares en cripto-rescates a bandas de hackers.

Actividad ilícita

Un estudio señala que de todas las transacciones realizadas con criptomonedas, el 0.15 % se asoció con un algún tipo de actividad ilícita, lo que representa alrededor del 0.86 % del lavado de dinero anual, considerando que el año pasado se lavó un total de un billón de dólares.

Los especialistas señalaron que el mercado de criptomonedas alcanzó su punto más álgido en 2021, con una capitalización de mercado de aproximadamente 2.4 billones de dólares; el bitcoin se mantuvo como la principal moneda virtual, ya que en 2020 representaba el 66 % de la capitalización bursátil del mercado total de criptomonedas, alcanzando los 103 millones de transacciones anuales.

Guillermo Álvaro Ruiz Ramírez, presidente de la Comisión de Prevención de Lavado de Dinero del Colegio de Contadores Públicos de México, comentó que el inicio de toda relación comercial es el momento cuando el sujeto obligado deberá conocer perfectamente al cliente y cómo va a transaccionar en su institución; lo no se haga en ese momento generará problemas a futuro.

Señaló que hay ocasiones en que ni con buenos controles se logra evitar que “entren a nuestra institución posibles lavadores de dinero, o incluso, los controles de contratación de personal pueden evitar tener empleados que ayuden al crimen organizado”.