Entre lágrimas, aplausos, familiares y amigos, dieron el último adiós la mañana de este jueves al maestro de la marimba, Eligio de Jesús López Martínez.
La misa de cuerpo presente se realizó en el templo de la Virgen de Guadalupe, en el barrio del mismo nombre, posteriormente sus restos fueron llevados al panteón Municipal para su cristiana sepultura.
Eligio de Jesús López Martínez fue un músico reconocido en el Estado y otras regiones, por su amplían trayectoria musical y la calidad de su música.
Durante su velorio acudieron a su domicilio familiares y músicos reconocidos para entornar melodías como homenaje al trabajo realizado por el maestro López Martínez.
Jesús Alberto Aguilar Molina, cronista de la Tertulia de la Crónica e Historia Sancristobalense, dio a conocer que Eligio de Jesús López Martínez, originario del Barrio de Guadalupe, fue un talentoso marimbista que dejó huella imborrable en las notas musicales chiapanecas.
Fue hijo de Don Antonio López Hernández y María Martínez Morales, que le inculcaron el sentido musical, por ello, Eligio creció rodeado de notas y melodías.
Inicios
Menciona que desde temprana edad su interés por la marimba lo llevó a estudiar bajo tutela de don Timoteo López; bien recordado maestro del barrio de Cuxtitali. Con el tiempo, Eligio se convirtió en virtuoso de este instrumento, representando a San Cristóbal de Las Casas en diversos escenarios locales y estatales.
A pesar de las dificultades económicas, Eligio trabajó incansablemente, aunque solo haya cursado hasta el sexto grado de primaria. Junto a sus hermanos Faustino, Juan y Brígido, formó parte de la Marimba de los Chamacos, dirigida por el maestro Timoteo López.
Su carrera musical lo llevó a integrar varias orquestas de marimba, como la de los maestros Hermilo Hernández, Bersaín Aguilar y Jorge Ricci. Sin embargo, fue con la Marimba Orquesta de Jesús Penagos que experimentó un nuevo concepto musical, interpretando melodías de corte nortamericano, estilizado a forma de la orquesta del famoso Glenn Miller.
Carrera musical
Menciona también que incursionó en la música electrónica y formó parte del primer conjunto modernista del maestro Mario Penagos Rojas. Su versatilidad lo llevó a tocar trompeta, violín y diversos roles en marimba como tenorista, bajista y armonista.
Entre sus logros más destacados se encuentra el título obtenido en el Concurso Estatal de Marimbas en los años 80. Junto a la Marimba San Cristóbal, donde interpretaron magistralmente Perfidia de los Hermanos Domínguez y el arreglo musical del Maestro Mario Penagos Rojas. Esto le permitió que se presentaran en la Ciudad de México en programas de televisión y en Radio Comunicación de México.
El maestro López Martínez recorrió diversas ciudades brindando conciertos en Villahermosa, Mérida, Campeche, Chetumal y en la Alameda de la Ciudad de México. Su legado perdura como símbolo de pasión y dedicación a la música chiapaneca.
Finalmente, Jesús Alberto Aguilar Molina, cronista de la Tertulia de la Crónica e Historia Sancristobalense, cita que “el maestro Eligio, con su marimba en mano y su pasión desbordante, dejó un trazo en el pentagrama melódico imborrable en el alma del antiguo Valle de Jovel. Su música sigue resonando en los corazones de quienes aman la tradición chiapaneca. Hoy, recordamos a este virtuoso como símbolo de perseverancia y amor por el arte”.