Denuncian malos tratos en el IMSS “5 de Mayo”
Las víctimas señalaron que acudieron ante las instancias correspondientes. Carlos López / CP

“Para qué se preocupan por el pie tu papá, lleva cuatro días sin hacerle la diálisis… esperen tres más para que ya lo saquen muerto”, fue la expresión de un médico angiólogo que forma parte del personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) “5 de Mayo”.

Dejar sin alimentos en varias ocasiones al paciente, no informar a los familiares acerca de la condición de salud del mismo, dejarlo en el abandono de la atención, tratos déspotas, son parte de las agresiones de las que fueron víctimas el paciente y sus familiares.

Afectados

El familiar del paciente, víctima de malos tratos, expuso lo siguiente: “Lo ingresamos al área de Urgencias el día lunes para que fuera valorado por una herida de pie diabético; tema que tampoco quisieron atender cuando esta pesadilla empezó, porque programaron la cita para una semana después”.

De modo que expresó que al ver la gravedad del asunto acudieron a una ayuda externa: “Desafortunadamente, llevar todo un seguimiento particular en muchas ocasiones es complicado, y una vez que vimos que el peligro de infección se había detenido, acudimos como derechohabientes a la atención que tenemos por derecho, esperando una valoración profesional.

“Sin embargo, ahí empezó nuestra pesadilla: cuatro días internado, y ese fue el actuar de los servidores públicos tratantes.

“A mi familiar no le autorizaron realizar su procedimiento de diálisis durante esos cuatros días, con la justificante de que el piso estaba lleno y que se tenía que esperar, sabiendo del peligro inminente que conlleva no hacer ese tratamiento (antes de ingresar se encontraba estable)”.

Y agregó: “Por tres ocasiones se olvidaron de proporcionarle alimentos, y al ingresar para hacer el reclamo se justificaron diciendo que la cocina no había enviado comida para ese paciente”.

Malos tratos

También no dejaban estar a ningún familiar, ni siquiera para escuchar la valoración médica, ya que el paciente no escucha ni mira bien; cuando se solicitaba el informe médico, el trato era déspota al decir que ya se le había comentado al paciente.

No existía un monitoreo constante, “mi padre se estaba desangrando y nadie lo vio; hasta que ingresé para pelear por comida, me di cuenta que había perdido mucha sangre, pedí que lo cambiaran y a la hora que quisieron atendieron mi petición porque no había nadie disponible y lo dejaron desnudo porque no había batas limpias”.

“Aguantamos cuatro días, porque lo único que esperábamos era la valoración del angiólogo para la herida y después de cuatro días sucedió su visita, y en palabras groseras y poco éticas comentó: ‘Para que se preocupan por el pie tu papá, lleva cuatro días sin hacerle la diálisis… esperen tres días más para que ya lo saquen muerto; si mucho dinero tuvieron para operarlo particular, pues sigan tratándolo por fuera’.

“Hablamos con diversas personas, directivos, médicos, enfermeras, trabajadora social, para que le brindaran atención por el tema de la diálisis porque su cuerpo comenzaba a intoxicarse, y la única respuesta fue que teníamos que seguir esperando porque no hay espacio y que nos dejáramos de preocupar, porque ahí se tenía que ver si se complicaba”.

Ante semejante situación, las víctimas se vieron obligadas a firmar un alta voluntaria, bajo condiciones de presión y retirarse del lugar.