La denominada “Caravana del Diablo” se habría desactivado desde Honduras y El Salvador y aunque pequeños grupos han llegado a la frontera de Suchiate, estos buscan ingresar a territorio mexicano por caminos de extravío y de esa manera evitar ser detenidos.
En toda la zona fronteriza sur, elementos del Instituto Nacional de Migración (Inami) y de la Guardia Nacional, realizan operativos de verificación al detectar la presencia de extranjeros a quienes se les piden documentos de estancia legal o de estar realizando trámites de regularización.
De acuerdo con el director del Centro de Dignificación Humana, Luis García Villagrán, no han llegado grandes grupos ni concentraciones de extranjeros como ha ocurrido con anteriores caravanas, por lo que consideró que “fue desmantelada antes de salir”.
En la población fronteriza guatemalteca de Tecún Umán, por donde generalmente han ingresado, los pocos migrantes hondureños y salvadoreños que se encuentran pretenden seguir su camino pero sin una organización visible y en pequeños grupos.
“Ellos no quieren llamar la atención en su intento por llegar a los Estados Unidos y por ese motivo han decidido seguir, pero por caminos de extravío, aunque los riesgos son más altos”, señaló.
Desde Honduras y El Salvador se había señalado que la “Caravana del Diablo” estaría integrada por unas ocho mil personas, aunque no se establecía la ruta que tomarían para llegar a la frontera con México.
Y es que no solamente es por el río Suchiate por donde podrían ingresar, sino también por otros pasos irregulares por los que no hay vigilancia suficiente o por la frontera de El Ceibo, en el estado de Tabasco.
En los márgenes del río Suchiate la vigilancia migratoria y de elementos de la Guardia Nacional prevalece, revisando documentos de todas las personas que cruzan en balsas.
“Estamos tranquilos, no hay un movimiento grande de personas y el cruce de mercancías se encuentra normal”, menciona uno de los balseros que pide el anonimato.
Dijo que ya están acostumbrados a la presencia de las autoridades federales que en algunos días se incrementa, porque no interfieren en sus actividades comerciales.
Demanda
Por otra parte, se dio a conocer que el Juzgado Tercero de Distrito concedió la suspensión de un acto reclamado para que no sea deportado un hondureño identificado como José Luis “N”, quien se encuentra interno en la Estación Migratoria Siglo XXI.
Este fue detenido en el operativo mediante el cual fue desarticulada la primera caravana de migrantes que ingresó el 23 de enero pasado, aunque a sus defensores legales no les han permitido ingresar a las instalaciones.
Ante esa situación, se dijo que podrían proceder legalmente en contra de funcionarios del Inami por la incomunicación en que mantienen a los migrantes detenidos.