En peligro el patrimonio arquitectónico tradicional

De acuerdo con el Programa Estatal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Chiapas, el patrimonio arquitectónico tradicional en la entidad se encuentra en “peligro de desaparición en todo el territorio estatal, y el patrimonio moderno está en mal estado de conservación y abandono, principalmente en Tuxtla Gutiérrez y en Tapachula”.

Este documento de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) señala que dentro del patrimonio tradicional construido en la entidad, destacan dos sistemas constructivos identificados en Chiapas: el bajareque y el adobe. Sobre el bajareque, resalta el documento que ha sido utilizado desde épocas prehispánicas por las culturas originarias y aún puede encontrarse en zonas urbanas y rurales.

Sin embargo, han identificado que este sistema constructivo ha sido señalado como “insalubre”, lo que ha conllevado a un proceso lento de desaparición pese a contar con grandes ventajas como la adaptación al clima, resistencia sísmica, poca necesidad de recursos económicos para su construcción y mantenimiento, además que resguardar en su quehacer la sabiduría ancestral y milenaria de los pueblos originarios.

En lo que respecta al adobe —introducido por los españoles y usado en todo el estado, a partir del siglo XX—, “con la introducción de materiales industrializados y la pérdida de saberes constructivos, ha sido sustituido con materiales no aptos, lo que ha provocado una pérdida acelerada de este patrimonio”.

La idea de que los sistemas constructivos con materiales industrializados tienen mejor estatus social, así como una mínima pérdida de la misma, ha demeritado la imagen urbana de todas las localidades de Chiapas, tanto urbanas como rurales.

Legislación e inventario

De acuerdo con la Ley de las Culturas y las Artes del Estado de Chiapas, en el punto VIII, es facultad y obligación de los ayuntamientos definir e identificar su patrimonio, así como efectuar un inventario para que los habitantes lo conozcan.

“Desafortunadamente, la falta de recursos y valoración, específicamente del patrimonio arquitectónico vernáculo y del movimiento moderno, así como de la cultura local, han ocasionado la pérdida del patrimonio, pues no se han realizado los inventarios estipulados; también se ha sumado la falta de conocimiento o nula valoración del mismo”, resalta el programa de la Sedatu.