“Pedimos que por favor tengan compasión de nosotros y que nos saquen de aquí”, claman entre 80 y 90 pobladores de la comunidad de Tzanembolom, municipio de Chenalhó, que desde el miércoles se refugiaron en la escuela de la localidad para protegerse de los ataques de hombres armados del grupo “Los Herrera”.
Protección militar
Uno de los representantes dijo que el viernes fueron instalados por los militares que los resguardan en el auditorio que está junto a la escuela, ya que agresores “vieron dónde estábamos, nos dispararon varias veces y cayeron impactos de bala en el aula; por poco le pegan a un niño de dos años”.
“Hacemos un llamado al gobierno federal y estatal para que nos hagan justicia, que detengan a los pobladores de la Fracción Tzanembolom, que están aliados con “Los Herrera” de Pantelhó.
“Nosotros no queremos problemas ni aliarnos con ellos que nos quieren matar o expulsar de la comunidad”, manifestó.
Solo piden justicia
“Queremos justicia y que el gobierno mande más seguridad o que nos saque y nos traslade a la cabecera municipal de Chenalhó en helicóptero porque ya no podemos salir por la carretera, pues están bloqueados todos los caminos. Queremos salir, ya no tenemos qué comer ni ropa. Somos entre 80 y 90 personas”, aseveró.
El hombre, que pidió el anonimato, dijo que los hombres armados de la Fracción Tzanembolom “saquearon más casas la mañana de este sábado y nos robaron todo lo que tenemos. Queremos que nos saquen de aquí. Sólo estamos comiendo pozole y una o dos tortillas al día porque ya no tenemos alimentos”.
Informó que las ráfagas de armas de grueso calibre cesaron entre las 9 y las 10 de la noche del viernes, pero a las 12 y media de este sábado se reanudaron.
Reiteró: “Pedimos que tengan compasión de nosotros y nos saquen de aquí porque no tenemos nada que ver con ellos, pero nos quieren expulsar de aquí, nos quieren sacar muertos. Nos quieren asesinar y no queremos morir aquí, queremos salir”.
Comentó que la mayoría de familias de Tzanembolom se desplazaron desde hace varios meses hacia San Cristóbal y la cabecera de Chenalhó, debido a la violencia y las agresiones de los sicarios de “Los Herrera”.