La obesidad afecta a más del 28 % de la población adulta a nivel mundial, aproximadamente a 650 millones de personas en México que representan el 36.9 %; mientras que en Chiapas esta condición es del 25.6 % de la población adulta.
La obesidad se caracteriza por el desequilibrio entre las calorías consumidas y el gasto de energía, siendo un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la resistencia a la insulina, que afecta a los tejidos sensibles a esta inhibiendo su acción y aumentando los niveles de glucosa en sangre.
Análisis
Nancy Aideé Reyes Méndez, de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con orientación en Salud, Equidad y Sustentabilidad, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad San Cristóbal, realizó una investigación denominada “Asociación entre microbiota intestinal, obesidad y resistencia a la insulina en mujeres adultas de zonas marginadas de Chiapas”.
Obtuvo datos sociodemográficos, antropométricos, clínicos y bioquímicos de 100 mujeres de zonas marginadas del estado.
El resultado fue una prevalencia de sobrepeso y obesidad del 77 % y de la resistencia a la insulina del 50 %. Se encontró una asociación inversa estadísticamente significativa entre el sobrepeso y la obesidad con una abundancia alta de A. Muciniphila y el índice Firmicutes/Bacteroidetes.
Además de una asociación entre la resistencia a la insulina con una alta abundancia de Firmicutes y Roseburia.
Altos
En tanto, se demostró que las mujeres de las regiones Tsotsil-Tseltal, Selva y Bosques de Chiapas, presentaron una alta prevalencia de sobrepeso, obesidad y resistencia a la insulina y asociación relevante con la microbiota intestinal.
La obesidad, las enfermedades crónicas y la resistencia a la insulina se desarrollan por diversas condiciones genéticas, fisiológicas, ambientales, sociales y estilos de vida de cada individuo, como el consumo de alimentos hipercalóricos, sedentarismo y probablemente la función de la microbiota intestinal.