Idioma Mochó, en riesgo de extinguirse

Sebastián Patisthtán Méndez, director del Centro de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas (Celali), alertó que es urgente poner atención en la lengua materna “Mochó”, ya que sólo quedan dos comunidades, con un aproximado de 110 personas, lo que pone en una situación de riesgo para que la lengua se extinga.

Según datos del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi), a través del Atlas de los Pueblos Indígenas en México, los mochós se encuentran localizados en las Sierra del Sur de Chiapas y volcanes de Centroamérica, tiene dos variantes, y ambas están en muy alto riesgo de desaparición.

Una población ubicada en Motozintla y otra en Huixtla, la lengua Mochó es reconocida como una de las 12 lenguas maternas o idiomas en Chiapas.

Por tanto, Patisthtán Méndez pidió que se redoblen los esfuerzos para rescatar y reforzar a los hablantes de esta lengua, ya que en caso de perderse se extinguiría una cosmovisión, es decir, una forma de concebir la vida.

El director comentó que por parte del Celali se realizan actividades que detonen la consciencia con los jóvenes, para que no pierdan su identidad y la esencia de sus pueblos.

Además, dijo que las lenguas maternas Chuy y el Jacalteco, también se encuentran pocas poblaciones, pero no están en riesgo de extinguirse.

“Se dice que en el mundo se pierde una lengua al día, las causas son multifactoriales, la globalización ha sido uno de los factores que merma a los hablantes de algunas lenguas”, comentó.

Sin embargo, Patisthtán Méndez aseveró que la población hablante de una lengua indígena en Chiapas no ha disminuido, al contrario ha incrementado, ya que en 1994 era el 24; 2010 el 27 y para 2019 el 30 por ciento que hablaba una lengua en el estado.

“El porcentaje no disminuye, algunas lenguas han mermado, como la lengua Mochó, pero buscamos los mecanismos, en especial para los jóvenes que hagan consciencia y no se pierda”, dijo.

Además, añadió que la migración es otro factor, ya que la mayoría de los jóvenes buscan la ciudad y cuando regresan no quieren hablar su lengua.

“Hay nuevas formas de hacer consciencia de que no se pierda la esencia, lengua, ropa y comida, cuando esta en riesgo una lengua, también la cosmovisión de su pueblo”, finalizó.

Chiapas

En Chiapas se vive una comunidad entre pueblos originarios, mestizos e inclusive personas de otras partes del mundo que transitan por las mismas calles, ingieren la misma comida y conviven en una misma ley.

El 51 por ciento de la población vive en un ambiente rural; más de dos millones 661 mil 133 personas, por su parte, el 49 por ciento vive de manera urbana; dos millones 556 mil 774 personas. Entre ambos ambientes, existen un millón 238 mil 565 viviendas; el 24 por ciento dirigidos por mujeres; 300 mil 561 hogares, mientras tanto, el 76 por hombres en su vivienda: 938 mil 446 hogares, según registró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En la población, existe más de un millón 141 mil 499 personas mayores de cinco años que hablan una lengua indígena, un 27 por ciento del total; 461 mil 236 habla tseltal; 417 mil 462 tsolsil; 191 mil 947 chol y 53 mil 839 zoque. En suma, de cada 100 personas hablantes de lengua indígena en la entidad, 14 no entienden el español.

Sin embargo, el ser un practicante de una cultura originaria en Chiapas está vinculado a la pobreza, Coneval indica que de los cuatro millones 114 mil personas en situación de pobreza en Chiapas; dos millones 615 mil fueron catalogados en pobreza moderada; en extrema, un millón 498 mil; con carencias sociales 736 mil y vulnerable por ingresos 145 mil. Únicamente 341 mil fueron considerados sin ningún tipo de pobreza.

Asimismo, el Coneval afirma que más de cuatro millones 850 mil tienen al menos una carencia social, y con al menos tres se encuentran más de dos millones 168 mil. Un millón 548 mil personas tienen rezago educativo; 802 mil carecen de servicios de salud; cuatro millones 328 mil de seguridad social; un millón 309 mil de calidad y espacios de vivienda; dos millones 791 mil en acceso a los básicos en la vivienda y un millón 36 mil personas tienen carencia alimentaria.