Habitantes de 273 comunidades de municipios de las regiones Sierra y Selva de Chiapas han impedido el ingreso del personal del Programa Mosca del Mediterráneo, y con ello, evitan que puedan realizar las acciones para la erradicación de esa plaga. En otras 540 localidades el acceso es limitado.
A pesar de ello, en la entidad se realizan aspersiones terrestres y aéreas con producto orgánico en 171 mil 217 hectáreas, además el año pasado se liberaron 20 mil 248 millones de moscas del Mediterráneo estériles y 882 millones de avispas parasitoides Diachasmimorpha longicaudata como método de control biológico, también se destruyeron 551 mil 54 kilogramos de frutos hospedantes de la plaga.
En el 2018 se detectaron 169 ingresos de la mosca a territorio nacional por la frontera de Chiapas y Tabasco, mientras que en el 2019 pasaron a dos mil 22, y en el 2020 a dos mil 661, lo que representa un alto riesgo para la fruticultura nacional, por lo que se han intensificado los procesos para su control y contención. En el informe anual del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) en relación al Programa Moscamed, presentado el 15 de febrero pasado, reconoce el “esfuerzo mayúsculo en cada una de las acciones realizadas en el Programa Operativo Moscamed”, asegurando que los niveles actuales son “manejables y dejaron de representar un riesgo mayor para la producción agrícola nacional”.
El 21 de septiembre del año pasado, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) fue publicada la instrumentación del Dispositivo Nacional de Emergencia (DNE) para “prevenir, controlar y evitar la dispersión de la mosca del Mediterráneo”, al menos en 35 municipios de Chiapas, así como la regulación en la movilización de productos vegetales.
Resultados
El informe precisa que entre el 2018 y el 2020 “se dieron de baja” mil 235 entradas transitorias de la plaga gracias a las medidas fitosanitarias instrumentadas por las autoridades.
Establece que en comunidades, principalmente de zonas cafetaleras, se han dado restricciones para la implementación de los planes de emergencia, lo cual ha sido una limitante para lograr la erradicación.
Precisa el informe que, derivado de la pandemia, en las comunidades de interés para el Programa Operativo Moscamed, 101 limitaron el acceso al personal para realizar actividades de detección y erradicación, sobre todo las que se implementan de manera terrestre.
En otras 172 localidades no les han permitido el paso, y en 540, este ha sido limitado o moderado, ello a consecuencia de problemas sociales y el argumento que son ellos los que llevan las plagas.
Por lo anterior, la liberación aérea de machos estériles de mosca del Mediterráneo y del parasitoide Diachamismorpha longicaudata fueron las principales medidas fitosanitarias para la atención de algunas entradas de la plaga en dichos lugares.
“Si bien la plaga ha sido replegada de manera exitosa a la frontera con Guatemala, aún existen territorios donde hace falta instrumentar acciones fitosanitarias, principalmente en zonas donde los pobladores han impedido el acceso de los técnicos del organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural”, reconoce. Por ello, ha pedido ayuda y acompañamiento del Gobierno del Estado para “buscar concientizar a este sector de la sociedad para que permita llevar a cabo las medidas de control mecánico, químico y biológico correspondientes”.
Erradicación
Al finalizar la semana 53 –diciembre del 2020- se encuentran en proceso de erradicación 489 entradas transitorias (tres del 2018, 159 de 2019 y 327 de 2020), para lo cual se aplica el “Protocolo para la erradicación de entradas transitorias en área libre de la mosca del Mediterráneo Ceratitis capitata (Wiedemann) en Chiapas, sur de Tabasco y Guatemala”, señala el informe.
En el caso de Chiapas, puntualiza que durante la semana 21 (del 17 al 23 de mayo del 2020) registró el pico más alto de detecciones, con un total de 203 entradas, siendo el Centro de Operaciones de Campo (COC) Comalapa el que presentó el mayor número, ello derivado de su cercanía con los frentes de infestación en Guatemala.