“Todo era tranquilo ahí, vivíamos felices, salíamos a jugar a la cancha con los vecinos, ahora todos se fueron a diferentes lugares; regresar ahí ya no queremos”, esto es lo que narró una mujer entre lágrimas que tuvo que huir a Guatemala por la situación que se vive en la sierra de Chiapas.
Melina, de 28 años, contó que junto a sus padres e hijos, 13 en total, huyeron hacia la montaña, con tan solo lo que llevaban puesto. Dejaron sus animales de corral, sus pertenencias y abandonaron la casa que habitaban y que se ubica a unos 15 minutos de la carretera federal 211.
Meses atrás solo habían escuchado lo que vivían otras comunidades, a varios kilómetros de distancia de su lugar de origen. “No nos daba miedo porque estaba lejos”, afirmaron, pero desde el pasado lunes 22 esto arreció.
Días difíciles
Melina junto a su madre Lucilda, manifestaron que existe temor e incertidumbre para retornar a sus hogares, “aunque se tranquilice no sé cómo vaya quedar esto”.
Por otro lado, María Angélica, originaria del barrio San José, dijo sentir miedo y trauma para regresar a su hogar, “mi casa está a la orilla de la carretera y junto con mis hijitos estuvimos tirados varias horas, se tranquilizó tantito y salimos huyendo como pudimos, cargando a mi hijo que no puede caminar porque tiene una lesión en la pierna, el camino se nos hizo eterno, por ratos mis pies se aguadaban”, narró.
La mujer señaló que varios vehículos con hombres a bordo circulaban sobre la carretera.
Sobre retornar a su casa dijo: “yo ya no quiero llegar, es mucho susto lo que hemos vivido”.