De acuerdo con el sector restaurantero de Chiapas, la inflación (que se traduce en un aumento constante de los precios) todavía está generando un impacto en la parte de alimentos y bebidas, pero los negocios han absorbido esos ajustes para no afectar de forma directa el bolsillo de los comensales.
Guillermo Acero Bustamante, presidente en la entidad de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), comentó que la tendencia en esos rubros sigue a la alza, aunque confían en que haya un cambio positivo para no poner sobre la mesa nuevos aumentos a la carta.
A pesar de esta situación, dijo Acero Bustamante, en este año se han presentado otras condiciones (tomando en cuenta la pandemia) y hay optimismo para la recuperación; se espera que para el próximo trimestre los números sean más favorables en los empleos generados dentro del sector.
Dijo que el tema de la inflación (y otros factores) impiden que muchos negocios lleguen al punto de equilibrio, es decir, están trabajando pero solo con flujos económicos para cubrir los costos. Lo que han escuchado de los especialistas, refirió, es que en los siguientes meses la tendencia vaya a la baja.
Para hacerle frente a toda esta situación, recordó, desde el año pasado se planteó una estrategia que consiste en sustituir los productos que se están elevando por otros que no tienen tanta demandas pero conservan su precio; de esa forma no han tenido que usar otras medidas que pudieran repercutir en los comensales.
El presidente de la Canirac en Chiapas comentó que 2023 se convertirá en el año, después de que pasó la emergencia sanitaria, en que generen mejores dividendos para el sector de restaurantes. Vienen meses que serán interesantes y ahí se encuentran julio, agosto y diciembre.