Insectos podrían desplazar a la carne

Al tener el nucú, zats, chapulines, entre otros gusanos y larvas no tan conocidas en Chiapas, un mayor porcentaje de proteínas que la carne, se podría convertir en un futuro no muy lejano en la mejor alternativa para la alimentación.

Así lo dio a conocer Tlayuhua Rodríguez García, investigadora de tiempo completo en la Licenciatura Gastronomía de la Facultad de Nutrición de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), quien enfatizó que este alimento podría reemplazar a la carne, creando una cultura al respecto, sin llegar a la explotación de las especies.

Expresó que el consumo de insectos era común en la época prehispánica en los pueblos originarios y se terminó de alguna manera con la introducción del ganado vacuno, aves de corral y el cerdo dentro del marco de la conquista de los españoles. Asimismo, se “ha dejado de consumir derivado de una cuestión cultural, así como por cierta repulsión que hay hacia estos, sin embargo, contienen y aportan una gran cantidad de proteínas al cuerpo humano”.

“Es decir, puede ser una gran alternativa de alimentación en un futuro, ya que se han realizado estudios a nivel mundial en donde se sustenta este planteamiento. Por lo que se tienen que buscar mecanismos para producir este alimento, como por ejemplo en las Unidades de Manejo de Ambiental (UMA)”, sostuvo.

Dentro de este contexto, expuso que en los últimos años el cambio climático ha destruido los hábitats de estos animales; por ejemplo sus nidos se han cubierto de concreto, ya que el consumo es moderado en la población, por ello es necesario crear mayor conciencia y preservar el medio ambiente en donde viven y generar el alimento para poder sustituir lo que se consume en la actualidad.

La Facultad de Nutrición de la Unicach ha creado propuestas con platillos en donde sustituyen algunos alimentos por estos insectos. Por ejemplo: papa con chicatana o con chapulines, o en su defecto, como acompañamiento como chiles rellenos de estos. Como todo alimento, es mejor consumirlos lo menos procesado, porque al sufrir cambios todas las proteínas bajan o se pierden.

Asimismo, la investigadora destacó que se tendría que trabajar muy duro en una campaña de difusión de conocimiento e invertir recursos dentro de la investigación por parte de las autoridades para calcular la reproducción para abastecer a las ciudades e incrementar la producción de estos alimentos.