Darío Javier Liberto Rossini y su esposa Ivana María del Huerto Martínez, propietarios de comercios que operan en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, están en la mira de procesos de investigación y de acciones penales emprendidas en su contra por su presunta responsabilidad en actos delictivos cometidos en esa ciudad, en agravio del sector restaurantero y turístico.
Darío Javier Liberto Rossini fue señalado la semana pasada por empresarios de diversos giros por su presunta responsabilidad en el desmantelamiento de la infraestructura de cinco restaurantes que operan en el Andador Guadalupano; así como del robo de entarimados, estructuras y ornamentación fija, hechos que forman parte de una serie de procesos de investigación que han sido iniciados por la máxima autoridad judicial del estado.
Las denuncias interpuestas ante los órganos correspondientes han dado lugar a acciones llevadas a cabo por la vía penal, en donde se señala al implicado como presunto responsable de los actos señalados y al cual se responsabiliza de cualquier otro delito que pueda ser cometido en contra del sector turístico y restaurantero de la ciudad colonial.
De acuerdo a videos y declaraciones, la madrugada del miércoles 12 de agosto, alrededor de la 1:20 de la mañana, dos vehículos propiedad de Darío Javier Liberto Rossini y de Ivana María del Huerto Martínez, incursionaron en el Andador Guadalupano de “Ciudad Real”, así como un grupo de personas identificadas como empleados de La Lupe, restaurante propiedad de Darío Liberto Rossini y de su esposa. También se advierte la presencia de Liberto Rossini en los videos.
Colonos del lugar comentan que desde días antes, la persona presuntamente señalada y denunciada ante las autoridades competentes, había estado rondando por el lugar; la noche de los hechos, afirman también haber visto al sujeto después de la medianoche rondando por los distintos cuadros del Andador Guadalupano. Uno de los videos muestra cómo una de las camionetas, propiedad de La Lupe, transporta la infraestructura desmantelada de establecimientos restauranteros que operan en el lugar, la otra la sigue con personal del establecimiento.
Los implicados, de origen argentino y nacionalizados mexicanos, llegaron a San Cristóbal de Las Casas hace aproximadamente 10 años provenientes de las costas del atlántico mexicano, donde se desempeñaban como empleados de la industria turística. En San Cristóbal de Las Casas iniciaron como bármanes (bartenders) y posteriormente abrieron modestos negocios en el centro de la ciudad, al cabo de pocos años tenían establecidos, en el Andador Guadalupano, siete restaurantes; son también propietarios de una escuela en ese municipio.
Ivana María del Huerto Martínez es también investigada por presuntos vínculos con delincuencia organizada y por el Sistema de Administración Tributaria.
Del Huerto Martínez nació en San Salvador de Jujuy, Argentina, y estudió en la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza, Argentina; por su parte, Darío Liberto Rossini, a quien se le recuerda como un modesto bartender en San Cristóbal de Las Casas, nació en Buenos Aires, Argentina.