Al iniciar el periodo de Adviento, en preparación de la Navidad, la Diócesis de Tapachula, convocó a la población de las regiones Costa, Soconusco y Sierra de Chiapas a la reconstrucción del tejido social y de la paz en las comunidades.
Advierte que “en nuestra familia diocesana de Tapachula y en nuestra provincia de Chiapas, iniciamos el adviento del año 2025 -a un mes de concluir este año civil 2024- caminando en medio de las tinieblas que tienen rostro de violencia y muerte”.
Mensaje
En su mensaje semanal, el administrador Diocesano, Agripino Méndez Victorio, insistió que se viven tiempos difíciles y lamentó que en las comunidades se viva la inseguridad, la violencia y la muerte.
“Son incontables los muertos, los desaparecidos, los que viven como esclavos de las adicciones del placer, del alcohol y de la droga. La droga no perdona a nadie y nos ha arrebatado, incluso, a agentes de pastoral, convirtiéndolos en zombis que deambulan por sus comunidades, hermanos que en otro tiempo, fueron gente buena y productiva”, insistió.
Dijo que se ha incrementado el narcomenudeo que envenena a los adolescentes y jóvenes. “La droga esclaviza y mata a los hijos de nuestras familias en ese tiempo hermoso de la juventud que debieran aprovechar para forjarse un patrimonio y no vivir esclavizados de sus adicciones y terminar en los anexos, tratando de salir de un cáncer que ha invadido su organismo y se ha adueñado de su voluntad y de su futuro, condenándolos a la pobreza, a la miseria, a la dependencia permanente de estas sustancias tóxicas que nunca les permitirán llegar a gozar de la vida y felicidad plenas”.
La Navidad
Por ello, mencionó que la Navidad no puede ser solo un recuerdo o un memorial. “Hoy nuestras familias necesitan caminar con san José, llegar al pesebre de Belén y contagiarse de la paz, de la alegría, de la esperanza que trae consigo el niño que nace. Convocó a vivir la Navidad y comenzar la reconstrucción de las comunidades, de la fe y la esperanza de una vida mejor”.