Alejandro Hernández, investigador de The Natural Conservancy (TNC), informó que el Mapa de Resiliencia ante el Cambio Climático (Maracc) será vital para el desarrollo rural sostenible, lo que ayudará a mejorar la producción en la agricultura y ganadería, mientras ayuda al bienestar de la tierra.
Hernández comentó que el desarrollo rural sostenible, es un tema que ya se adopta en todo el país, por lo que se requieren los mejores enfoques para que sea adaptado lo más pronto posible en el estado.
El Maracc fue presentado hace unos meses con el objetivo de hacer frente a las consecuencias del cambio climático, ya que con acciones buscan una meta, y es que la temperatura no ascienda a más de 1.5 grados hasta el 2030.
La Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) formularon este Mapa de Resiliencia, ya que las principales causas de deforestación en el estado son provocadas por la ganadería y la agricultura, las cuales junto al cambio de uso de suelo, ocasionan el 70 por ciento del efecto invernadero que causa aumento de temperaturas.
Hernández comentó que si bien el tema del desarrollo sostenible aún va lento, lo interesante es que se han hecho cosas que trascenderían si se siguen de forma correcta, como es el caso del Maracc.
“Este Mapa, hará que los programas de gobierno enfocados en el campo sean establecidos en zonas donde no se tenga un impacto en bosques. Ya que al ser dispersados sin un mapa, los campesinos buscaban deforestar y quemar para poder sembrar para acceder a los apoyos”, comentó.
El especialista mencionó que con este Mapa, la probabilidad de producción y rentabilidad se expandiría, al mismo tiempo, que no se tendría un impacto negativo en los bosques.
Añadió que no es necesario dejar de comer carne para que cambien las cosas, sino tener consciencias de cómo se produce, por lo que debemos de recurrir a sistemas más orgánicos y sostenibles que sean amigables con el medio ambiente y con nuestra salud.
El Gobierno del Estado se ha propuesto como metas al 2030, pasar de 1.5 a 1.77 millones de hectáreas de Áreas Naturales Protegidas, de 1.8 a 2.53 millones de hectáreas de bosques, pasar de 2.9 millones de hectáreas de manejo extensivo de pastizales para ganado a dos millones de hectáreas de manejo sustentable y aumentar 20 por ciento la capacidad de infiltración de agua al subsuelo.
Con el Mapa de Resiliencia ante el Cambio Climático se delimitan geográficamente las áreas forestales, Áreas Naturales Protegidas y sitios Ramsar, con la finalidad de detener el avance de la frontera agropecuaria mediante la reorientación de los apoyos gubernamentales, esto permitirá incrementar productividad y rentabilidad del sector agropecuario y forestal, detener deforestación y evitar las emisiones de gases de efecto invernadero, captura de carbono en suelos y bosques, incrementar la capacidad de infiltración de agua en los suelos, con lo cual se recargan los acuíferos.
Además de asegurar el abasto de agua para las comunidades rurales y urbanas de Chiapas, contribuir a reducir el 77.1 por ciento de personas en pobreza en la entidad, colocarla como punta de lanza a nivel internacional, para atender los retos del cambio climático y la gestión hídrica, al mismo tiempo que se incrementa la productividad y rentabilidad en el campo.