Monseñor Jaime Calderón, quien recientemente fue nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de León, Guanajuato, reconoció que durante sus seis años de servicio en la diócesis de Tapachula, su estancia quedó marcada por tres sucesos: la migración, la pandemia del covid-19 y la violencia que se vive en la región, aunque reconoce que a pesar de esto, la protección de Dios le permitió cumplir su misión con la familia diocesana.
Despedida
Expuso que se lleva de esta frontera el reconocimiento y agradecimiento de la población de la Costa y Sierra de Chiapas, expresó estar contento, ya que durante su caminar disfrutó del cariño de los fieles, quienes son de un corazón muy generoso.
Señaló que a pesar de las carencias económicas con las que se vive en dicha zona del país, pudo descubrir el gran corazón y la generosidad que tienen los fieles, al apoyar a los que menos tienen y hacerlo de manera inmediata y “a manos llenas”.
“Me llevo un corazón de gratitud muy grande, porque durante estos seis años pude recibir el cariño de este pueblo, que a pesar de sus carencias practican el amor al prójimo de una manera tan especial”, dijo.
Migración
Al referirse al tema de la migración, el recién nombrado arzobispo de la Arquidiócesis de León en Guanajuato, expresó que lleva muy grabado en su corazón los actos de generosidad que se desbordaron por parte de la población de los municipios de la Costa. Desde el inicio de las caravanas en el 2018, los fieles ofrecieron su ayuda durante el paso el caminar de estos cuando se dirigían al norte del país.
Indicó: “Vengo del centro del país, donde la forma de servir es más arraigada, sin embargo, en esta zona de México, una de las más pobres, se vive el amor al prójimo de una forma distinta; acá hay muchos corazones llenos de generosidad y eso me lo llevo muy grabado en el corazón propio”.
Covid
Con respecto a la pandemia del covid-19, quedó impactado por la actitud sobre como la población y los fieles enfrentaron este virus, ya que las parroquias y templos de Diócesis de Tapachula fueron de las pocas que mantuvieron sus actividades con algunas restricciones, pero demostrando su amor a Dios.
Violencia
En el tema de la violencia que se vive actualmente en muchas regiones de Chiapas, refirió que ésta, en la actualidad, es mucho más grave a la que se tenía cuando llegó a estas tierras, dijo que se va, pero se lleva en su corazón la preocupación por la seguridad de las familias ante la grave situación que se vive en esta zona del país, en el que se ha pedido a las autoridades trabajar para controlar este problema que afecta a los pueblos.