Monitoreo constante del aire, aún pendiente
En la capital chiapaneca se observan partículas de monóxido de carbono (CO). CP

Los tres niveles de gobierno, en diferentes periodos, han elaborado y presentado programas para mejorar la calidad del aire en los 32 estados del país, principalmente en la Ciudad de México. Sin embargo, en Chiapas, aunque no es un estado industrializado, cuya actividad económica pueda afectar de forma seria la salud de los habitantes, como sucede en las grandes ciudades del territorio nacional; si bien no se han implementado acciones reales a favor de un aire más limpio, tampoco existe un monitoreo constante del mismo por no contar con el equipo necesario y sus obligatorias actualizaciones.

En 2019, se dio a conocer que Chiapas contaba con tres máquinas. Una de ellas se encuentra en el techo de las oficinas del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Estatal, donde se obtienen los datos sobre la calidad del aire en la capital chiapaneca. Puede identificar partículas suspendidas, pero con un desempeño lento, ya que requieren de un proceso de 48 horas para generar los resultados.

Aun con la tecnología poco avanzada con la que se cuenta, en Tuxtla Gutiérrez, en temporada de estiaje y festividades como Navidad y Año Nuevo, han tenido registros de mala a muy mala calidad del aire.

Pirotecnia

Ramón Corzo Toledo, encargado del monitoreo de la calidad del aire en Tuxtla Gutiérrez y dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), dijo que durante las fechas festivas del 31 de diciembre para amanecer al 1 de enero, se generó un pico de contaminación que estuvo a punto de llegar a los niveles críticos.

En lo que corresponde a partículas, la capital llegó a 86 microgramos por metros cúbicos; cuando el mínimo permitido es de hasta 35 microgramos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cantidad común en muchas ciudades en desarrollo.

Corzo Toledo indicó que uno de los factores que provocaron esto fue el uso de la pirotecnia, causando que la calidad del aire al 1 de enero casi alcanzara un nivel crítico o que fuera de una mala calidad. Detalló que, dentro de los rangos normales de calidad del aire, en el caso del ozono el límite es de 95 PPV; en el cual también se ha observado un incremento ligero.

Los incendios forestales y de pastizales también constituyen un factor de riesgo para la emisión de partículas contaminantes que al combinarse con el cambio de temperatura, la radiación solar y el viento, provocan que la calidad del aire sea mala y, en consecuencia, se pone en riesgo a la población.

Pese a que cada año en Chiapas se registra un alto número de incendios debido a las actividades agrícolas, en la entidad no hay un registro constante de la calidad del aire.

Un ejemplo de ello es el monitor Termo Scientific Model 5014i Beta, la segunda máquina ubicada en la azotea del edificio del Palacio Municipal de Tuxtla Gutiérrez, que fue instalada hace más de 14 años. La pusieron a funcionar por un tiempo, pero en 2017 dejó de funcionar debido a que requería una pieza de cinco mil dólares y no había sido comprada.

El informe del Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire (ProAire) Chiapas 2018-2027, señala que los resultados arrojados por el monitor atmosférico del Palacio Municipal no eran confiables, pero no contaban con más datos más que los proporcionados con ese equipo.

“En este apartado se muestran los indicadores para el año 2014, 2015 y 2017 de la estación de monitoreo ubicada en el Palacio Municipal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Los indicadores que se presentan, sólo son para partículas menores o iguales a 10 micrómetros (PM10) y para ozono (O3) y no se presenta el análisis de 2016 debido a un daño en el sistema de la estación”.

“La estación de monitoreo sólo operó en los meses de marzo a mayo en cada uno de los años, lo anterior es relevante debido a que con la información de dichos meses no es posible evaluar el cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) de calidad del aire, (pues) se requieren al menos 75 % de los datos del año”.

Aire y derechos humanos

Información del Centro Mexicano de Derecho Ambiental A. C., indica que medir la calidad del aire adquiere su importancia debido a que el aire limpio es uno de los requisitos básicos de la salud y de bienestar de la sociedad, es una condición fundamental que hace posible la vida de los seres humanos y de otros seres vivos. Este elemento se conforma de la mezcla de gases tales como el nitrógeno (78 %), el oxígeno (21 %) y otros gases inertes (1 %), que, en su estado puro y limpio, permiten un adecuado desarrollo de las funciones más vitales, mientras que el aire al deteriorarse dificulta una vida saludable.

Por lo tanto, “la calidad del aire debe ser garantizado, pues juega un papel fundamental en el cumplimiento de los derechos humanos, la buena o mala calidad del aire incide de manera más inmediata en el cumplimiento del derecho”.

En ese sentido, el 9 de abril de 2019, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al Gobierno del Estado ante el “incumplimiento de una conciliación por violación al derecho humano a un medio ambiente sano y la falta de acciones para garantizar la protección y preservación del Parque Nacional ‘Cañón del Sumidero’ y sus alrededores, en agravio de habitantes del municipio de Chiapa de Corzo por la operación Cales y Morteros del Grijalva”.

Precisamente, la tercera máquina de monitoreo de calidad del aire se encuentra en la rivera Cahuaré, resultado de una petición ciudadana debido a la contaminación en el aire que genera esta empresa.

Municipios y la NOM

Las Normas Oficiales Mexicanas vigentes, las cuales definen límites máximos permisibles (LMP) para los contaminantes: ozono (O3), monóxido de carbono (CO), bióxido de nitrógeno (NO2), bióxido de azufre (SO2), partículas menores o iguales a 10 micrómetros (PM10) y partículas menores o iguales a 2.5 micrómetros (PM2.5).

En este sentido, un estudio realizado por instancias ambientales de los tres órdenes de gobierno para crear el informe del Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire (ProAire) Chiapas 2018-2027, señala que “Tuxtla Gutiérrez se constituye como el principal emisor de contaminantes atmosféricos en el estado de Chiapas, contribuye con el mayor aporte de contaminantes críticos generados: 12 % PM10; 10 % de PM2.5; 12 % de SO2; 10 % de NOx; 14 % de COV; y 16 % de CO”.

En cuanto al resto de los municipios, “sobresalen por su contribución a la emisión de contaminantes al aire: Tapachula, Venustiano Carranza, Huixtla, San Cristóbal de Las Casas, Chiapa de Corzo, Palenque, Ocosingo y Comitán de Domínguez.

En términos de las fuentes específicas de estos contaminantes, destaca que las partículas suspendidas (PM10 y PM2.5), así como los compuestos orgánicos volátiles y el CO son generados principalmente por la combustión doméstica, en tanto que el SO2 y los NOx (óxidos de nitrógeno) se generan mayoritariamente por la combustión agrícola”; señala el informe.

Asimismo, indica que Chiapas registra por contaminante PM10: combustión doméstica (37 %); caminos no pavimentados (16 %); y labranza agrícola (11 %). PM2.5: combustión doméstica (55 %); quemas agrícolas (8 %); e industria de alimentos y bebidas (7 %). SO2: combustión agrícola (43 %); e industria de alimentos y bebidas (8 %). NOx: combustión agrícola (35 %); petróleo y petroquímica (19 %); y, camiones y Pick up (13 %). COV: combustión doméstica (80 %); y manejo y distribución de gas LP (4 %). CO: combustión doméstica (44 %); camionetas y Pick up (16 %); y autos particulares y taxis,(15 %).

Incendios

En cuanto a incendios, Aurelio Cruz Ovando, secretario de Medio Ambiente y Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, comentó que cuando la calidad del aire se torna mal en la ciudad, por lo general se torna mal en el estado, porque la situación está vinculada a la presencia de incendios forestales, mismos que en muchas ocasiones se relacionan con la limpia de terrenos agrícolas por medio del fuego.

En temporada de estiaje, la vegetación tiende a perder condiciones de frescura, se torna seca y es muy común que se comiencen a limpiar predios con fuego para tener un proceso más rápido.

En esta época del año, en las zonas ejidales de los municipios aledaños, las personas empiezan a preparar la tierra para que esté lista durante la época de lluvia y les permita cosechar los productos; estas condiciones empiezan a saturar la atmósfera de la capital del estado.

El funcionario municipal también dijo que especialmente, desde el mes de febrero y hasta el mes de mayo, se presentan condiciones de precontingencia ambiental y principalmente la situación está vinculada a la quema de basura, incendios urbanos y quemas agrícolas.

Uno de los principales contaminantes que se observan en la ciudad es el bióxido de carbono (CO2), que se deriva de la quema de materia orgánica, y al ser partículas muy pequeñas que se aglomeran en la atmósfera se percibe una penumbra bastante fuerte en las mañanas.

A estos elementos que saturan el ambiente, se suma la ausencia de vientos; pero cuando hay vientos sostenidos, los elementos presentes circulan y no se aglomeran, sin embargo, en la capital existen cerros, en los lados norte y sur y se forma un valle en una hondonada, que permiten que se queden detenidas las partículas de contaminación.

En cuanto al tema de la calidad del aire, aseguró que en la actualidad no existen condiciones de contingencia o niveles superiores a los establecidos, pero existe dentro del Reglamento de Protección Ambiental políticas públicas y programas para atender una situación emergente e inmediata en caso de que se requiera.

Programas de salud

El CO (monóxido de carbono) es un gas incoloro, inodoro e insípido, producto de una combustión incompleta de los motores de los vehículos que emplean gasolina como combustible. Otras fuentes de producción de CO son los incendios forestales y las quemas de la actividad agrícola.

Las enfermedades que pueden provocar el CO en altas concentraciones en la atmósfera son dolores de cabeza y mareos, efectos cardiovasculares y neuroconductuales y hipoxia, que conlleva a efectos crónicos respiratorios.

Debido a que el humo generado por los incendios forestales y de pastizales impacta a la salud, la Secretaría de Salud se suma a las labores de prevención y concientización de la población antes y después de cada temporada de estiaje.

Alejandro Hernández Hernández, del Centro de Atención de Urgencias Epidemiológicas y Desastres de la Secretaría de Salud del estado, indicó que la población más afectada es aquella que vive en los municipios con más incidencia de incendios, pero sobre todo quienes viven en las cercanías de los terrenos que prácticamente cada año se queman por causa natural o humana.

Los adultos mayores, los niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y personas con una enfermedad pulmonar crónica, son los grupos más vulnerables, ante la contaminación del aire que genera el humo de los incendios.

Enfatizó que la población, sobre todo la más vulnerable, debe estar alerta a las notificaciones oficiales que emitan las dependencias ambientales y de protección civil, como lo que emitió este viernes, 12 de febrero, la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), confirmando la mala calidad del aire en la zona Metropolitana del estado.

Señaló que cuando detectan un incremento de incendios en un municipio, refuerzan las brigadas de salud enfocadas a enfermedades respiratorias, para hacer las medidas preventivas, sobre todo en los grupos ya mencionados.

En algunas ocasiones el humo de los incendios suele ser más contaminante por la presencia de residuos sólidos, que al quemarse generan mayor toxicidad para el ser humano, que inevitablemente lo inhala al viajar por las corrientes de aire.

Sobre la inhalación del humo, dijo que también promueven la no utilización de los anafres al interior de los hogares, principalmente en los municipios con más bajas temperaturas.

En ese caso, la recomendación es ventilar las habitaciones para no inhalar directamente el humo, utilizar un método de barrera como el cubrebocas, mas lo ideal sería no usar los anafres dentro de casa.

Mencionó que si bien no se enfocan en las fuentes de contaminación del aire, sí mantienen un trabajo permanente sobre la prevención de enfermedades respiratorias, sobre todo con la influenza y actualmente con el coronavirus (covid-19).

Con base a los datos expuestos, en la capital chiapaneca se observan indicios de problemas de calidad del aire con PM10 y O3; por consiguiente, prevalecen enfermedades cardíacas y casos de infecciones respiratorias agudas en la población. La reducción de las concentraciones de los contaminantes del aire podría incidir en la reducción del número de enfermedades que pudieran derivar en morbilidad, e incluso, mortalidad.

Los beneficios sociales de reducir la contaminación del aire no solamente se traducen en una mejora en la salud de la población, sino también en un ahorro de los gastos en que incurre el sector salud. Los costos relacionados con la atención de los incrementos en enfermedades y de muertes prematuras se podrían reducir si se cumpliera con las normas mexicanas para la protección de la salud.