Los niños que presentan algún tipo de discapacidad enfrentan diversas desventajas en comparación con el resto, porque requieren de apoyos terapéuticos clínicos que muchas veces no son subrogados por el sistema de salud, además, no tienen un fácil acceso a la educación.
Miguel Catalán, doctor en educación, docente en educación especial y psicólogo general, comentó que, hay niños que deben ser trasladados desde municipios apartados para recibir sus consultas médicas, lo que representa fuertes gastos para los padres, que en ocasiones no cuentan con la solvencia.
Existe la pensión del Bienestar otorgada por el gobierno federal a personas con discapacidad, desde niños hasta adultos. Tienen que hacer un estudio socioeconómico, cada padre de familia tiene que acudir a su centro de salud más cercano para que le extiendan un certificado por discapacidad, posteriormente esperar la convocatoria para las becas Bienestar.
Sin embargo, hay un amplio sector que no ha sido diagnosticado o que no recibe la atención como debería, precisamente por la falta de recursos, esto debe trabajarse y regularse, dado que recibir el certificado es un derecho establecido en el sistema de salud.
Es un avance, pero falta que, a nivel local, los estados y los municipios fortalezcan mecanismos que faciliten que todos los que lo requieren tengan esos apoyos, como tener una silla de ruedas, un auxiliar auditivo, muletas, andadera y otros.
Necesario mayor regulación
También debería regularse el que los niños tengan una tarjeta de descuento para el transporte público, sobre todo para las familias de bajos recursos, pero hoy día, ni siquiera hay unidades equipadas para sillas de ruedas.
“Las instancias correspondientes que otorgan los apoyos deberían vigilar que los niños sí estén asistiendo a la escuela y permanezcan, que los padres sean responsables en garantizar el derecho a la educación de su hijo y que no solo cobren la beca”, comentó el docente.
En muchas comunidades marginadas los padres no mandan a sus hijos a las escuelas por tener una condición por discapacidad, los tienen aislados y ni siquiera los llevan al sector salud para valorarlos.