El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en ocasiones no se diagnóstica desde los primeros años en los niños por la falta de conocimiento de los padres, para eso, el docente frente a grupo tiene un papel muy importante para ver las señales y sensibilizar a las familias, de manera que el infante tenga la atención necesaria para su desarrollo integral.
Miguel Alberto Catalán Briones, psicólogo general y maestro en educación especial, enfatizó que, los maestros deben ser los primeros en identificar que niños o niñas requieren de atención específica, ya que por lo general los menores con esta condición tienden a tener un rendimiento escolar muy bajo, pero algunos no tienen la orientación adecuada para hacer la canalización a un especialista.
Es ahí donde interviene el personal de educación especial, específicamente el programa de Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (Usaer), que brinda acompañamiento a toda la escuela para favorecer la inclusión de estos niños debido a que no deben estar en una escuela especial, porque no es una discapacidad.
Hay que considerar que no pueden terminar tareas y se distraen fácilmente, por lo que suelen rezagarse por la dificultad para concentrarse en las actividades por su baja tolerancia la frustración para poder culminar las actividades, lo que es parte del trastorno, no es que quieran llamar la atención.
Mencionó que algunos niños solo pueden presentar el TDAH, es decir, que el proceso de atención sostenida no está consolidado, con ellos se debe trabajar su memoria y percepción visual; otros pueden desarrollar también la hiperactividad.
Existen una serie de recomendaciones para los docentes para poder trabajar en clase, como alejarlos de distractores, apoyar el reconocimiento de emociones y regulación de impulsos, dividir tareas de procesos largos en pasos cortos, trabajar una rutina, entre otras.