Decenas de niños de familias desplazadas por la violencia del narcotráfico y otros conflictos en Chiapas, se unieron en un coro comunitario para reivindicar sus derechos indígenas, según compartieron este viernes los representantes del proyecto.
Fortalecer identidad
Marcos Girón Hernández, vocero del Consejo de la Zona Norte, conformado por representantes de 26 colonias, explicó que el coro “busca fortalecer la identidad y la cultura de los pueblos originarios asentados en esta ciudad”.
El coro “En Movimiento” fue fundado por padres de familias, antropólogos, maestros bilingües y hacedores culturales preocupados por el foco rojo de violencia que se vive desde el 2015 a la fecha, en 102 colonias y fraccionamiento de ocupación tsotsil y tseltal, al norte de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas.
Ante esta problemática, el grupo logró entrar al programa nacional Semillero Creativo, donde comenzaron a correr la voz para formar el coro, que hoy alberga a hijos de padres migrantes de las localidades de Chenalhó, Chanal, Tenejapa, Zinacantán y Chamula.
Integrantes
La ciudad ha acogido desde hace años a personas desplazadas de las comunidades tsotsil y tseltal, tojolabal y chuc, que fueron expulsadas por cuestiones de intolerancia religiosa, problemas agrarios, grupos armados y paramilitares, y en la actualidad, por el narcotráfico.
El antropólogo Marcos Girón, de la comunidad tzeltal, expresó la importancia de la música en la preservación cultural, que es fundamental para las comunidades originarias de la frontera sur mexicana, a pesar de que la desculturalización en Chiapas y México persisten.
“Estamos comprometidos, para que estos saberes se los transmitamos a las juventudes y a los niños y niñas para seguir fortaleciendo, los conocimientos y que no se pierdan con el tiempo”, agregó.
El coro se ha convertido en un símbolo de resistencia cultural, también para los padres y madres de los niños que se sienten orgullosos de ver a sus hijos participar en una actividad que refuerza su lenguaje y tradiciones.
Testimonio
Mari Claudia Díaz Pérez, madre de dos integrantes del coro, dijo a EFE que el cambio de sus dos hijas es notorio y se ve reflejado en su comportamiento con la familia y rendimiento escolar.