La adopción e implementación de un organismo municipal para la gestión del agua en comunidades rurales ha dado como resultado que, de los 17 mil 800 habitantes de Berriozábal, 14 mil tengan acceso al vital líquido. El éxito y pionerismo de este proyecto generó que las experiencias se compartieran ante 180 países en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.
Se trata de la creación del Organismo Municipal de Servicios Comunitarios de Agua y Saneamiento (Omscas), de Berriozábal, cuyo director Edwin Fidel López Sarmiento detalló que este es un modelo de participación innovador en México, pues se basa en buscar la alianza entre lo público, lo comunitario y organizaciones civiles.
“Los patronatos del agua, como se conocen popularmente, buscan la gestión ante instituciones federales y municipales; como organismo municipal trabajamos únicamente en la geografía de nuestro territorio municipal, pero buscamos que esto se impulse en otros municipios”, resaltó.
Berriozábal tiene 48 localidades, entre rancherías, ejidos y comunidades; actualmente 40 están siendo atendidas, donde organizaciones como Cántaro Azul y Río Arronte han implementado proyectos de infraestructura en los últimos cuatro años.
Presupuesto
El director detalló que la inversión que han realizado las organizaciones en conjunto con el municipio ronda entre los 15 y 20 millones de pesos en lo que va de cuatro años, cifra que catalogó como histórica.
“Hemos visto un cambio significativo porque esto implica no solamente un sistema nuevo, también es un sistema digno de desinfección y seguridad para la salud de las personas, que al no contar con infraestructura en buenas condiciones se veían vulnerables a situaciones como enfermedades”, destacó.
La meta es que en 10 años Berriozábal consiga que el 100 % de las comunidades tenga acceso al agua y saneamiento, y que sea un modelo a seguir en otras regiones del país.
Adelantó que los proyectos siguen y que desde hace un año y medio han trabajado con la implementación de baños ecológicos, ayudando a dejar a un lado los daños de arrastre de las letrinas y contribuyendo a frenar la contaminación en los mantos acuíferos.