Al llegar a la zona arqueológica de Palenque, el primer edificio que nos recibe tiene una calavera dibujada, se trata del templo XII o templo de la calavera; el arqueólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), Luis Fernando Núñez Enríquez, lo considera “muertero de corazón”, y explica que la mayoría de los edificios de la explanada de la acrópolis central, fueron utilizadas como tumbas por los antiguos mayas.
Luis ha dedicado gran parte de sus investigaciones a descubrir la relación que tuvieron las culturas prehispánicas con la muerte; en esta zona arqueológica, gran parte de los edificios más populares fueron usados “como tumbas reales por los antiguos mayas, aproximadamente entre los años 400 y 800 de nuestra era”.
Templo de la calavera
“El primero que podemos ver, es conocido como el templo de la calavera por un detalle de un estuco que tiene un relieve con un cráneo, posiblemente de algún animal y que es bellísimo”, destacó el investigador.
Descubrieron que el edificio tenía dos niveles y en él varias cámaras, “una de ellas contenía un entierro riquísimo”; tras las excavaciones que realizaron los arqueológicos en su interior, encontraron “piezas de jade y piezas de concha marina, que eran considerados como objetos de altísimo valor económico, simbólico y religioso por los mayas, y lo que es muy curioso de esta sepultura es que la mayoría de los huesos del personaje fueron retirados en algún momento por los propios habitantes de la ciudad de Palenque, dejando solamente lo que se conoce como su ajuar”, dijo.
Templo de la reina roja
Considerado uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años, el templo XIII o de la reina Roja, también es una tumba y se dice corresponden a Tz’ak-b’u Ajaw, cónyuge del soberano de Palenque.
Los esqueletos de la reina maya, estaban acompañados por los restos de un niño y una mujer adulta, ambos fueron sacrificados, de acuerdo con huellas registradas en los huesos de ambos individuos.
La tumba aún estaba pintada de rojo, derivado del óxido del mercurio, “un significado muy especial para los pueblos, no solo mayas, también mesoamericanos que la utilizan mucho en sepulturas y tiene ciertas características con un símbolo: la sangre, una forma de hacer que las personas muertas tuvieran algún tipo de como elemento o color parecido al de los vivos”, relata Luis.
Templo de Pakal
El templo de las inscripciones, la tumba de uno los gobernantes “más afamados de esta ciudad”, K’inich Janaab’ Pakal, o mejor conocido como Pakal, resguarda en su interior una cámara completamente estucada y adornada, con muchas piezas de jade, una máscara mortuoria y personajes sacrificados al pie de la puerta.
“Tiene las figuras de los nueve dioses del inframundo, también están representados los antepasados del rey Pakal, tiene una lápida esculpida hermosa, muy interesante porque el esqueleto es de una persona muy mayor para la época, la epigrafía nos habla de una edad de 82 casi 83 años, cuando las esperanzas de vida promedio para la población eran de 30 a 35 años”.
Para los mayas existe una relación entre la muerte y el agua, es a través de un río donde los muertos llegarían al otro nivel del inframundo y uno de los últimos descubrimientos en torno a este recinto es que han encontrado canales subterráneos que refuerzan esta idea simbólica.
Se sustenta así “la importancia del agua como elemento donde crece la vida y a donde regresan las almas para volver al inframundo”, detalla el arqueólogo.
La plaza del sol
El grupo de las cruces o la plaza del sol, da cuenta de la importancia de la relación que tenían los mayas con la vida y la muerte en un plano más religioso.
En este grupo de templos se pueden apreciar elementos que se relacionan con la fertilidad y dibujos que hacen referencia al renacer y al maíz, así como recintos dedicados al inframundo.
“El templo de la cruz representa el axis mundi, esto es el cielo, la parte más divina, donde están las aves celestiales, los monstruos de la creación y el dios principal; hacia la parte oeste, junto con la caída del sol, el templo III o del dios jaguar nocturno, el cual tiene que ver con el inframundo, el lugar para los muertos”, detalló.
Núñez Enríquez explica que para los mayas el inframundo es el lugar donde habitan los muertos, a donde llegan las ánimas de la mayoría de las personas que fallecen, un lugar relacionado con la guerra y en el cual habitan animales relacionados con la muerte, algunos los más importantes son el jaguar, murciélagos y tlacuaches.