Domingo Gómez, agricultor del municipio de Chenalhó, hizo notar los beneficios obtenidos luego de los talleres y conocimientos proporcionados por la organización BASF, con lo cual ha tenido un incremento en la producción de café del 50 por ciento a través de procesos sustentables.
Proceso
Gómez, con 35 años dedicándose al campo, explicó la producción cotidiana de su cosecha de 20 a 25 quintales por dos hectáreas; siempre y cuando no hubiera roya. No obstante, la organización BASF, empresa dedicada a la innovación química bajo un esquema de protección al medio ambiente y responsabilidad social, le ha ayudado a incrementar sus ganancias.
“Con el cambio y los productos hemos pasado de 23 a 31 quintales por media hectárea; en vez de dos, como era normalmente. Esa es la gran diferencia que nosotros estamos viendo ahí como productores, porque nosotros sabemos trabajar en el campo”, dijo.
El campesino agradeció la información proporcionada por la organización, la cual va desde ubicar el mejor tiempo para la plantación, los requerimientos para cosecha, tiempos para la limpia del terreno o cuántas veces al año se requiere trabajos de prevención y control de plagas.
“Ya con las fechas, que es lo más primordial. Hemos trabajado de forma diferente. Ahora tenemos una producción de casi un 50 por ciento más”, comentó.
Por su parte, Andrés Monroy, presidente de la BASF para México, Centroamérica y el Caribe, puntualizó los esfuerzos de dicha organización para con las comunidades de Chiapas, con el objetivo de buscar nuevos mecanismos de producción bajo esquemas de sustentabilidad.
“Yo diría que no solo el café, sino la agricultura tiene que volverse mucho más sustentable. Hablamos que ya en pocas décadas vamos a ser más de 10 billones de personas en el mundo, que vamos a tener que alimentar y la superficie arable no está creciendo. Entonces, cada vez vamos a tener que producir mucho más con menos. Y esto aplica para el café y, como lo digo, para toda la agricultura”, mencionó.
Por tanto, Monroy reiteró la importancia del mundo por escalar hacia una producción agrícola más sustentable, capaz de hacer frente a los retos del futuro.