Autoridades indígenas del Soconusco hacen un llamado a la federación para dar atención a integrantes de la etnia mam, los cuales, consideran, son un grupo vulnerable.
Señalan que de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alrededor de 10 mil personas la integran y se encuentran focalizadas principalamente en zonas alejadas de la cabecera municipal de Unión Juárez, Cacahoatán, Tapachula, Huehuetán y Motozintla, quienes carecen de atención médica.
Esteban Bravo Verdugo, gobernador indígena maya-mam del Soconusco, expresó su preocupación ante el difícil panorama que enfrentan y que no es nuevo, pues se arrastra de tiempos ancestrales.
Afirmó que en la actualidad persiste la desatención de las familias en las comunidades rurales asentadas en la cordillera entre México y Guatemala.
Reconoció que en algunas comunidades existen clínicas rurales pero con poca atención y presupuesto porque se carece de médicos y enfermeros.
En algunas clínicas donde sí hay personal médico hay un marcado desabasto de medicamentos, detalló el líder.
El Gobierno Federal ha hecho esfuerzos pero estos beneficios aún no llegan a las comunidades más alejadas, sobre todo aquellas con población indígena, dijo.
Hace falta un sistema de salud eficiente que brinde atención médica oportuna en las comunidades rurales; esto y otras condiciones tiene al borde de la extinción a los indígenas de la etnia mam, porque no reciben el tratamiento ni siquiera de enfermedades comunes.
“La etnia maya-mam junto a su cultura, sus costumbres y su lengua puede exterminarse, ya que los denominados ‘tatas’, los indígenas ancianos están enfermos y las clínicas no cuentan con lo necesario para su atención”, reclamó.
Afirmó que han sido condenados al olvido y a la desaparición, pero sin el derecho a recibir uno de los que expresa la Constitución de México y que la mayoría de los mexicanos tiene, como es el derecho a la salud.
En la mayoría de los casos es necesario trasladar a los enfermos a la cabecera municipal, sin embargo, muchos mueren en el camino o condenados a tratar de sanar de manera tradicional con hierbas, sin atención médica.
Finalmente, expuso que en gran parte de las comunidades hay marcada marginación, no solo en el tema de salud, sino en la falta de empleos, apoyos para el campo, así como algunos servicios básicos.