La cuenca transfronteriza de Chiapas presenta amplios retos y es uno de los puntos críticos para contener la contaminación generada por desechos plásticos que llegan al mar, esto de acuerdo al Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Además, especifica que las regiones críticas por su alto potencial de vertido de residuos plásticos al mar son las cuencas del Grijalva-Usumacinta y la región sur del estado de Quintana Roo se encuentra entre los casos más relevantes.

Y es que ríos y sistemas de lagunas costeras podrían representar un papel importante en la acumulación, tránsito y transporte de contaminación plástica.

El documento especifica que en lo referente a la gestión de residuos, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Guerrero presentan las proporciones más altas de residuos no recolectados, al igual que una gran cantidad de sitios de disposición no controlados.

El investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), José Otilio Avendaño Álvarez, en entrevista explicó el problema de la degradación de los plásticos.

“El plástico se degrada en más plástico, se hace más pequeño, se lo comen los animales, que después están en las playas o en nuestros platillos y ahora afectan nuestros procesos fisiológicos”, dijo, al tiempo que explicó que los microplásticos son todas aquellas piezas derivadas de plástico menores a 2 mm.

Se le suman los plásticos de mayor tamaño, aquellos que “somos capaces de ver y que generan contaminación directa”; por ejemplo, sobre las costas de Tonalá, enfatizó, “hay en exceso residuos de Coca-Cola, sabritas o envases donde vienen el mango con chamoy”.

Estudio

El estudio de la Semarnat especifica que los residuos plásticos presentes en playas mexicanas constituyen al menos el 60 % de los residuos presentes, en algunos casos su proporción llega al 90 %.

Los residuos plásticos encontrados con mayor frecuencia incluyen tapas, platos, vasos y cubiertos desechables, bolsas, botellas y colillas de cigarro.

La Semarnat subraya que “el caso de las colillas de cigarro requiere especial atención, dado que pueden constituir una fuente de compuestos tóxicos, además de contribuir a la contaminación plástica”.